Joaquín contó que nació en Villa Clara, de donde es originaria la familia de su papá, Alberto Fontana. “A los 10 años mi familia se mudó definitivamente a Villaguay, así que mis recuerdos de la infancia están entre las dos ciudades”, dijo. Además, agregó que su mamá, Laura Planas, actualmente vive en nuestra ciudad junto a sus hermanos.

El músico también recordó su paso por dos escuelas para realizar la primara, la N°84 “Rio Negro” de Villa Clara, y la N°1 “Bartolomé Mitre”. En tanto que sus estudios secundarios los cursó en la EET N°1 “Dr. Conrado Etchebarne”, de donde egresó como Técnico en Computación.

Con 19 años, Joaquín se fue a vivir a Paraná y arrancó a estudiar Diseño Gráfico en Santa Fe, pero, como lo expresó durante la entrevista “yo sentía que lo mío era la música. De niño y adolescente tomé clases de danza en las escuelas de Luciano Oliver y Alejandro Coria. Fue en este contexto donde se me despertó esta pasión que hoy convertí en mi fuente laboral”.

“Primero comencé a estudiar de forma autodidacta ritmos folclóricos y a practicar bombo. Luego, en Paraná, me incliné por las clases de los ritmos centroamericanos junto al profesor José Luis Vigiano y me compré mi primer instrumento, un bongó”.

Más adelante también resaltó las oportunidades que le ha brindado el profesor Toto Chas, con quien compartió escenario en la última edición de la XXI Fiesta Provincial del Pastel Artesanal, que se llevó a cabo a fines de marzo pasado.

“Recuerdo que cuando comencé a estudiar percusión Toto me invitó muchas veces a tocar con sus proyectos musicales y a participar en la peña La Protestona. Adquirí muchos conocimientos con él y con los demás colegas que pasaron por ahí”, señaló.

“No he desarrollado mucho mi costado de músico en Villaguay. Si bien trato de viajar seguido a visitar a mis hermanos y mi mamá, lo tomo como un viaje de descanso. Pero en esta oportunidad no pude negar la invitación de Toto para que me sumara con ellos en el escenario de la Fiesta del Pastel, un evento que ha crecido mucho en la ciudad y que le brinda la oportunidad a los músicos locales para que muestren su trabajo”, agregó.

En Paraná Joaquín fue parte de varios proyectos musicales tales como “El combo mutante” o “La fantástica litoraleña funk”. Luego se fue a vivir a Rosario, experiencia de la cual rescata como un gran aprendizaje comenzar a trabajar con la música al integrar dos orquestas, una de Salsa y otro de Cumbia Colombiana. También el haber tenido la oportunidad de logar en ese momento un viaje de estudio a Lima, Perú, donde vivió dos meses de intenso trabajo.

“En ese momento mi carrera comenzó una etapa de profesionalización. El estar en proyectos de orquestas musicales te obliga a estudiar teoría musical y a leer y escribir en partituras. También en ese momento sumé conocimientos sobre la gran cantidad de ritmos e instrumentos de percusión que tiene Latinoamérica”, sostuvo.

Actualmente, en CABA, Joaquín divide su trabajo entre dar clases particulares, cursos online de percusión y su participación en la orquesta de salsa Pachito Melao, un proyecto musical que integra junto a músicos de Venezuela, Cuba y Argentina.

Consultado por el interesante desarrollo que presenta en la red social Instagram, donde cuenta con varios seguidores, el profesor dijo “fue algo que aprendí de a poco, en forma de prueba y error. Es una herramienta más para mostrar mi trabajo, llegar a otra gente y también generar lazos profesionales. 

Hay que encontrar un equilibrio entre atender las consultas y responder las muestras de cariño que los seguidores te manifiestan, pero que no te consuma el tiempo de creación, muchos terminan perdiendo la generación de contenido por la interacción”, opinó.

Como profesor implementa un método propio de enseñanza que le ha dejado la experiencia que ha logrado hasta el momento en los distintos grupos musicales que ha integrado y los maestros que ha tenido.

“Trato de que mis alumnos no solo aprendan a ejecutar un instrumento y que adquieran herramientas de socialización. Tocar un instrumento nos permite compartir con otras personas y generar lazos de amistad”, dijo.

Quienes gusten interiorizarse en el trabajo que realiza Joaquín pueden visitar sus redes sociales y seguirlo en Instagram joacoo.fontana, @joaquinfontana Youtube y joacoo.fontana Facebook.



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“Trato de que mis alumnos aprendan a ejecutar un instrumento y que adquieran herramientas de socialización”

Su trabajo voluntario y desinteresado se fundamenta en principios innegociables como el del respeto por todos los seres que habitan el planeta.

“Teby” se define como “defensora acérrima de los vínculos humanos”. Su pasión es la educación y su gran amor son las aves. Así, cuenta que todo comenzó hace alrededor de 20 años, por una casualidad: “Volviendo de la escuela en la que trabajaba encontré un pichón –que en ese momento no sabía lo que era–, una torcaza muy chiquitita, de un día de vida, con los ojitos cerrados. Hasta ese momento yo tenía un desconocimiento absoluto de lo que eran las tareas de rescate, y mucho menos sabía de aves”. Frente a esa situación, recuerda, consultó a un veterinario qué se podía hacer, y recibió con una respuesta decepcionante, que no reparaba en la vida del animal.

“Eso fue lo que me movilizó, así que comencé con esa torcaza, la traje a casa y comencé a investigar. Me contacté con algunos sitios que en ese momento recién empezaban, y encontré personas a las que les había pasado lo mismo y que también les había sucedido el hecho de no contar con información y organizaciones que se ocuparan del tema. Así que mi primer torcaza, que se llamó Peque, fue mi maestra. Más que una tarea, fue un amor de la madurez”, evoca la docente, hoy ya jubilada.

Sobre el procedimiento que se emplea ante las diferentes situaciones con las que se enfrenta, explica que “comienza cuando alguien observa que hay un ave en situación de peligro, ese es el primer eslabón en la red, porque el rescatista no es quien hace un determinado trabajo, sino que ese operativo implica necesariamente la participación de varias personas. Una vez que el ave es levantada del lugar en que se encuentre, lo primero que hay que observar es si está lastimada, si es pichón o ya es adulta, y el trabajo que hago, y que cualquiera puede hacer con un poco de información y conocimiento, es ponerla a resguardo” detalla con precisión. 

“Si hay otros pájaros en la casa, se lo aísla, por cualquier patología que pueda tener, y luego se diagnostica, dentro de lo posible: si es una fractura, algo interno o externo, si puede estar afectada por algún virus, y en ese caso consultamos a veterinarios especializados de otras localidades, siempre respaldados por la opinión de alguien con conocimientos o experiencia en el tema”, aclara María Ester. 

La rescatista refiere que, ya en su casa, los ubica en una pajarera o jaula, “en un lugar tranquilo en donde puedan perder el stress, y después de unas horas comienza la hidratación y alimentación, se les proporciona un lugar tibio, agua y el alimento adecuado –grano, fruta o insectos, según corresponda a la especie, explica–, y se los mantiene en observación hasta que se los puede liberar. En el caso de ser silvestre, tratamos de no interactuar demasiado, porque si un pájaro se recupera debe volver a su hábitat”. 

En base a la experiencia de los casos en los que interviene, sostiene que “las aves que están en peligro están en zonas urbanas”, aunque advierte que “hay otra corriente, que es respetable también, que sostiene que cuando un ave está en peligro no es necesario rescatarla, levantarla, ni proporcionarle ningún cuidado, sino dejar que otro predador se encargue de ella, porque forma parte de una cadena de la naturaleza”. Ester respeta esa postura porque entiende que así funciona en los entornos naturales, “y así sobreviven y se interrelacionan entre ellos”. Sin embargo, afirma, “los humanos hemos invadido esas zonas naturales, y nos encontramos con que en los espacios que consideramos nuestro territorio hay aves en peligro porque conviven con nosotros”.

Teby hace hincapié en que “es un trabajo que no se puede hacer en soledad, se necesita el apoyo y el respaldo de otros, porque requiere tiempo y responsabilidad”, y pone como ejemplo que “un pichón se alimenta cada 3 horas, de manera que uno tiene que dejar sus compromisos y cumplir con eso”. En ese sentido expresa que, sobre todo en determinados momentos del año, “es un trabajo prácticamente de todo el día”, y que como “las aves se van a dormir temprano, cuando comienza a caer el sol también declina mi actividad, salvo que haya que medicarlos”.

“El trabajo de todos los rescatistas de la cadena, el que lo levanta, el que cuida, el que se informa y el que lo traslada para liberarlo”, retoma, y en cuanto a la ayuda que recibe, afirma que “la carga presupuestaria es bastante importante pero no es imposible”, aunque necesariamente “requiere adaptaciones en la misma casa”. “Mi patio es un jardín desprolijo, incompleto, porque está lleno de pájaros, así que no se condice a veces lo que uno quisiera con la realidad”, cuenta. 

“El hecho de que haya tantos pajaritos hace que la vida de uno sea muy diferente a lo que los demás piensan”, dice mientras de fondo en sus audios se escuchan los cantos. “No todas las aves son liberables, algunas quedan discapacitadas, por ejemplo hay un gorrión que está perfectamente de salud pero no se lo puede liberar porque tiene solo un ala”, pone como ejemplo.

“En esa cadena de gente que completa el procedimiento del rescate, lo que más juega es la responsabilidad”, enfatiza, y agrega que esto le ha cambiado la vida, porque, por ejemplo, cuando se ausenta de su casa tiene que dejar a cargo a otra persona, y no puede tener mascotas. 
Ester expresa con claridad la implicancia de su tarea: “No es que no necesite, simplemente me hago cargo de lo que implica mi trabajo de cuidar animales hasta su liberación porque para mí eso es exactamente ser voluntario”.

Al respecto, agrega que “todos los que participamos en el rescate de cualquier animal en situación de peligro lo hacemos en forma voluntaria”, y allí hace foco en lo que pide como colaboración a la comunidad y que entiende como una necesidad imperiosa: educación y compromiso. Específicamente cuanto a las aves, “la gente tiene que saber que en la mayoría de los casos no son mascotas, aunque las mascoticemos, como a los loros, no deben estar en jaula sino en su entorno natural”, explica con paciencia, y agrega que si uno de ellos, por alguna razón “en la que siempre interviene un humano”, tiene que ser rescatado, hay que buscar la manera de devolverlo a la naturaleza. “No hay aves felices en jaulas”, remarca.

“Una gomera no es un juguete, y a un aveno se la puede tener en cautiverio porque es vistosa o porque queremos escuchar su canto. Los seres tienen que ser respetados del mismo modo en que nosotros lo exigimos, tenemos que convivir sin sentirnos superiores” dice Teby y entonces recuerda: “Mis padres, que eran apenas alfabetizados, nos enseñaron a ser compasivos con los animales. Eran personas sencillas y humildes, que sin embargo contaban con un saber empírico que lo transmitían a la perfección”. 
 Ya sobre el final de la entrevista, deja una reflexión: “La libertad es un bien precioso, fundamental para todos, y especialmente para las aves. Un ave nace para ser libre, al igual que los seres humanos, pero con una diferencia fundamental: ellas no tienen conciencia del concepto de la libertad, nosotros sí”.

*Foto: Teby cuenta que “la paloma manchada vuelve todos los días. Llegó siendo bebé después del tornado de diciembre, vino con otra más chiquita, una torcaza, y siempre vienen juntas. Se llama Lily, llega al patio temprano, anda por la casa, pide comida y me acompaña, y luego al atardecer se va”. 
Sobre la parejita, vienen a su patio hace más de un año. “Son una pareja pegajosa”*




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En el Día del Animal, EL PUEBLO comparte el testimonio de una rescatista de aves 

María Ester León: “La libertad es un bien precioso, fundamental para todos, y especialmente para las aves”

Radicado desde mediados del 2010 en San Pablo, Brasil, Omar contó que viene de una familia de músicos. “Mi papá Rubén fue el que nos inculcó y enseñó la pasión por la música y la guitarra. Recuerdo mi infancia yendo a la escuela Sarmiento y volver a casa a empuñar la guitarra para sacar algún acorde o punteo”, rememoró.

Por ese entonces, además de aparecer en él las ganas por aprender a tocar música, también se le despertó la curiosidad por arreglar instrumentos. “De adolescente pasé por la escuela técnica y quedé encantado por la carpintería y eso estimuló en mí las ganas por arreglarlos, tarea que recuerdo arranqué por un contrabajo que llegó a mis manos en la adolescencia”, relató.

Actualmente, el artesano considera que su profesión es ser luthier y músico, ambas pasiones en las cuales se formó de una manera autodidacta. “En el caso de la luthería he recorrido muchos talleres para aprender de primera mano con grandes exponentes en el tema”, comentó.

Ya con una marca propia, Arredondo Luthier, Omar contó que fabrica guitarras clásicas, acústicas, eléctricas, cavaquinhos, ukeleles y también incursionó en violines, pero éste último es un instrumento que presenta muchas dificultades en su armado y confección así que solo ha realizado reparaciones.

“Cada instrumento y sus maderas requieren un proceso diferente, además de un tiempo de curado particular. Hay materiales que necesitan más de cinco años de estacionado para una sonoridad acorde”, explicó.

También detalló que usa maderas tales como palisandro, abeto, cedro de Canadá, ébano y jacaranda, entre otras y para evitar el desmonte y el corte de especies añejas trata de buscar muebles antiguos de más de 50 o 60 años y reutilizar ese material.

Además de trabajar en su taller de reparación de instrumentos, cada vez que regresa por nuestra ciudad Omar despunta el vicio de la música tocando con algún colega con el cual conformó algún proyecto musical, tal es el caso de “It Sam - Dos Fuegos”, dúo que conforma junto al músico Diego Álvarez, donde ejecutan temas de su autoría con una propuesta que gira en torno del Rock, Pop y Folck.

“La lutheria es todo un arte, un luthier es un médico de instrumentos. Además hacer un instrumento es algo muy personal, hay que crear un vínculo con cada proyecto, lo ves nacer y al escucharlo sonar arriba de un escenario se completa el círculo”, sostuvo.

“Ese trabajo no tiene precio, he recuperado guitarras tiradas amojosadas y que estaban más para leña que para volver a sonar y las recuperé y volvieron a sonar”, concluyó el artesano.

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“Ser un luthier es ser un médico de instrumentos”

En su carnicería de Vélez Sarsfield y Perón, entre mates, cuchillos y chorizos, Edith Kuttel dirige su emprendimiento familiar, que también tiene su puesto en el Mercado Popular. Mujer de campo, carnicera, mamá y abuela, con una sonrisa enorme contó a **EL PUEBLO**, en esta fecha tan especial, su laboriosa historia.

Al ingresar al comercio y preguntar por ella, un señor respondió con gesto adusto: “¿Edith? ¿Quién es? Acá no trabaja nadie con ese nombre”. Luego de unos segundos de desconcierto de la cronista, y en un intercambio de miradas cómplices con su yerno, Rubén, el esposo, fue hasta el fondo a buscarla. 

Edith llegó con un repasador en sus manos, y con su tono amable invitó a pasar adentro. Allí, trozando pollo y también riendo estaba Virginia, una de sus empleadas. El sol se colaba por la puerta desde donde se ve la cancha de Barrio Sud, y los trabajos continuaban mientras contaba su historia y hacían chistes: “Siempre es así. Y falta una, imaginate”. 

**Una mujer de campo**

Edith nació hace 47 años en Lucas Sud 1º, y vivió allí toda su vida. Está casada desde hace 30 años con Rubén, con quien tiene 3 hijos: Adriana  de 28, Ludmila de 23 y Gianfranco de 17 años. Además, tiene 3 nietos. “Casi 4 ya”, aclara porque su hija del medio está nuevamente embarazada. 

“Siempre viví en el campo, voy y vengo casi todos los días. Se complica un montón los días de lluvia por el estado de los caminos rurales. Ellos se burlan porque cuando está por llover siempre cargo una pala en la camioneta porque tengo que entrar sí o sí”, contó, y aclaró que aunque viene a Villaguay “desde siempre”, no cambia el campo por nada. 

**Los comienzos**

Cuando Edith y su esposo recién se casaron tuvieron un almacén de ramos generales. “En la época del 1 a 1 fue complicado, cerramos. Rubén trabajaba con mis viejos y después nos fuimos a vivir a la casa de mi abuela, donde permanecemos hasta hoy”, explicó y recordó que “la época de los bonos, los federales, fue terrible. Vivíamos del trueque, sacábamos leche, hacíamos dulce y lo cambiábamos por mercadería porque era la única forma de sobrevivir”. 

“En el 2004 se implementó el Plan Social Agropecuario, en el que te capacitaban para aprender, y me aboqué al cerdo. Teníamos algunos pocos, para consumo familiar, y después llegamos a tener más de 120”, explicó. 

“Hacíamos todo manual, y fuimos bajando en cantidad madres y todo eso, por el costo que tiene, y porque hay épocas en que baja mucho la rentabilidad. Ahora tenemos pero muy pocos”, relató, y aunque hubo que aprender mucho y lleva trabajo, sueña: “Algún día voy a tener mi granja, porque me encanta. Es una producción linda porque es un animal muy noble”.

**Su llegada al Mercado Popular**

Comenzó a dedicarse a la carne del cerdo en su llegada al Mercado Popular. “Soy de las viejitas que empezamos en noviembre de 2013. Arranqué ese año con la venta por intermedio de una cooperativa que teníamos. Producíamos los cerdos en el campo, siempre en casa”, evocó.

“Empezamos con la venta de carne fresca de cerdo, que en aquellos años era algo raro, una mala palabra. Era difícil, entregábamos recetas porque la gente no sabía cómo usarla. Hoy se puede implementar de la misma manera que la carne de vaca, pero en ese momento no era así”, recordó Edith.

“Todos nos decían que teníamos que darle valor agregado. Empezamos con carne de cerdo en pie, y era difícil. Entonces nos largamos a hacer cosas elaboradas: milanesas, hamburguesas, hasta que comenzamos a producir los salames de puro cerdo, que son nuestra marca registrada”, afirmó con orgullo.

“El Mercado es como mi familia, nos acompañamos y colaboramos entre todos. Es parte de mí porque lo vi nacer”, afirmó, y sobre el futuro, contó esperanzada: “Ahora estamos contentos, esperando la mudanza a un lugar propio del municipio, con todas las expectativas del cambio”. 

**Whipala, su emprendimiento familiar**

En 2016 abrieron Wiphala, la carnicería que dirige junto a Rubén. “Estuvimos en 2 locales antes, hasta que hace 2 años nos instalamos acá. Si bien vendemos vaca y pollo, nos dedicamos al cerdo, tenemos todos los cortes y los productos derivados”, explicó.

Y sobre ello, detalló: “Elaboramos los chacinados, son de puro cerdo. Lo hacemos todo acá, salvo los cocidos como el queso y el chorizo blanco, que se venden más en invierno y los hago en el campo. Allá tengo una cocina adaptada para esa producción, porque llevan cocción, levantan mucha temperatura, y además hay que cuidar la contaminación cruzada de lo cocido con lo crudo, por eso los separamos”.

En Whipala trabajan su esposo, su yerno, y dos empleadas que “son parte de la familia”. También trabajaron sus hijas, aunque ahora ambas son mamás y tienen sus propios emprendimientos: textiles y panificados.

Respecto a las tareas dentro de su emprendimiento, contó: “Sé carnear, porque antiguamente se hacía en el campo, ahora se manda a frigorífico, es imposible hacerlo acá por el volumen y la cantidad. Todo lo que se hace acá lo hago yo, bah, lo hacemos todos: el desarme, toda la producción y la atención. Todos sabemos hacer todo”.

Aunque no lo exprese, de su relato se desprende lo fundamental de su rol: “Por ahí pasa que siempre hay alguien que es la cabeza y va organizando las tareas, la limpieza, pero todos sabemos todo”. Y por si no quedaba clara su impronta, remarcó: “Todo tiene que estar limpio cuando trabajás con comida, más con carne. No me gusta que haya olores, se ríen porque dicen que tengo adicción por la lavandina”. 

**Ser mujer y carnicera**

En cuanto a la mirada de los otros sobre su oficio, explicó con paciencia: “La vida te hace que aprendas, y cuando tuve que enfrentarme a la sierra, lo hice. La gente se admira de que vaya yo y haga el corte, es como si estuvieran esperando que lo haga un varón”.

“Es la costumbre. Pienso que hay que adaptarse y aprender” se animó, e insistió sobre un tema que para ella parece fundamental: “En mi caso, me gusta trabajar con mujeres porque son más higiénicas”. 
“Virginia va conmigo al Mercado los viernes y los sábados, y lo mismo que Candela, aprendieron todo y ser mujer no nos limita. A veces estamos solas y nos toca sacar las medias reses y cargarlas. Aunque sean pesadas, tenemos que poder, ¿cómo no vamos a poder? Hay que proponérselo y hacerlo, cuando te toca para sacar adelante tu familia, no lo pensás, lo hacés”, sostuvo. 

Después de un buen rato de charla, narró una anécdota que deja clara su garra, y también en su generosidad: “Hay una señora que algunos días venía acá, me ayudaba y se llevaba algo para comer. Trabaja en panificación y hace cosas espectaculares, y a veces nos traía para probar. Un día le dije: ‘te compro levadura y una bolsa de harina y ponete a hacer’, y hace un mes y medio que no le vemos la cara, está todo el día trabajando. A veces es necesario que alguien te de confianza, el empujoncito. Una siempre tiene que decir que puede, no hay limitantes, hay que confiar en una”.

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Trabajar, adaptarse, aprender y sonreír

Allí se formó como licenciada en Bromatología por la Universidad Nacional de Entre Ríos, actualmente realiza su tesis para el Doctorado en Alimentos, y es investigadora becaria de Conicet. Como si esto fuera poco, desde 2018 sale con la comparsa O’Bahía, en donde es una de sus estrellas, y en el que este verano fue ungida como bastonera.

Tiene 28 años y su enorme sonrisa eclipsa todo lo que la rodea. Con mucha claridad, cuenta, una a una, todas las actividades que realiza. Y todas la apasionan, aunque su gran amor es el carnaval. 

**Bailar, estudiar, amar**

“Nací en Villaguay, justamente en febrero, en el mes del carnaval”. Así comienza Tamara a contarle a esta cronista su historia, y en un movimiento discursivo casi involuntario, ancla toda su historia a su gran pasión: bailar.

“Viví hasta los 10 años en la zona rural, en Lucas Norte. Vivía en la Escuela Nº 14, con mi mamá, y en otra institución cercana daba talleres de danzas la profesora Grisel García”. El aprendizaje con Grisel la llevó, con sus 6 años, a debutar en el verano en el carnaval de Villaguay. Fue la profesora quien la invitó para salir con la comparsa Ritmocolor. 

Pasados los años, continuó sus clases de danzas con Sonia y Zulma Puppo, adonde su padre la traía una vez por semana, y siguió bailando con la comparsa. A sus 10 años, se vino a vivir aquí y a cursar sus estudios primarios y secundarios en la Escuela Normal Superior “Martiniano Leguizamón”. 

Con el tiempo, comenzó a acompañar a su hermana mayor y a su esposo, que por razones laborales vivieron en distintas localidades de la provincia. En cada lugar en que desembarcaban, “lo que hacía era pedir traje a cada ciudad que ellos iban, por ejemplo en Feliciano, en donde fui pasista e integrante desde chica. También salí en Gualeguay, y luego de más grande pude participar en la mascarada Embrujo, de Antonio Villagra”, cuenta. Finalmente, en 2013 se mudó a estudiar Bromatología a Gualeguaychú. 

“Me atraía un montón la carrera, me interesaban las ciencias biológicas, entonces quería estudiar algo relacionado. Cuando me enteré que estaba Bromatología en esta ciudad y supe de qué se trataba, decidí venirme con 17 años. 

Estudiaba un montón y volvía a Villaguay todos los veranos, pero el último año tenía muchas materias que no se promocionaban, entonces decidí quedarme”, cuenta, y agrega: “Además arranqué danzas con Daiana Delgui, una pasista de acá, y una de mis compañeras me llevó a O’Bahía”. Así llegó a su vida lo que Tamara llama “el cierre” de su trayectoria de carnaval, aunque, por lo que se puede ver en su desempeño y por lo que comentó en otras entrevistas, aún le queda mucho por dar. 

“Comencé a vivir un sueño, porque era algo que siempre veía por la tele cuando era chica. Desde 2018 salgo todos los años con esta comparsa”, explica. Y así, todos los veranos son del carnaval: “Lo elijo por encima de cualquier otro tipo de vacaciones, es mi cable a tierra”, expresa Tamara, y es casi como una declaración de principios.

Ese año se recibió de Licenciada, y al siguiente comenzó a estudiar el Doctorado en Ingeniería con mención en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, que se cursa en la Facultad de Ciencias de la Alimentación de la UNER, con sede en Concordia.

Radicada en Gualeguaychú, y con varias tareas cuenta que está de novia con Francisco desde hace 5 años: “Hice mi vida acá”.

Tamara tiene 3 hermanos: además de Marina, la mayor, está Natalia, que es docente y locutora, y Diego, que es profesor de Educación Física y da clases en la zona de Lucas Norte. Por ellos, su familia y sus grandes amigos, vuelve a Villaguay cada dos o tres meses, siempre que sus ocupaciones se lo permiten: “Lo que más extraño son los afectos, la gente querida, aunque siempre estoy en contacto y me hacen sentir que estoy cerca”, expresa.

**Investigar y enseñar**

En nuestro sistema universitario, el Doctorado es el posgrado que más carga horaria tiene, y para obtener el título se debe realizar, a través de la investigación, un aporte o un conocimiento novedoso a la disciplina en la que se inscribe la tesis. Por ello, para elaborar su tesis doctoral, Tamara investiga en aves.

En el marco de su investigación, es becaria del Conicet, investiga en la Facultad de Bromatología en Gualeguaychú, y también viaja semanalmente a un frigorífico en la ciudad de Colón. Allí trabaja sobre miopatías –“problemas que ocurren dentro del músculo del ave, que no afecta la inocuidad del alimento pero sí su calidad, y lo que los consumidores pueden percibir sensorialmente”, explica con detenimiento–. 

Su trabajo de investigación la lleva a analizar en pechugas de pollo la prevalencia de esa afección, y particularmente con lo que se conoce como “pechugas de madera, que se caracteriza por el endurecimiento de la carne cruda”, detalla. “Con esa investigación reúno información de todos lados. El objetivo final es llegar a conclusiones que sean útiles a la industria avícola para solucionar ese problema”, amplía la joven doctoranda. 

Además de investigar, Tamara es docente universitaria, y se desempeña como auxiliar de dos cátedras: Botánica Aplicada y Química y Bioquímica de los Alimentos. 

**Bailar y disfrutar**

Desde hace 6 años, sale con O’Bahía en Gualeguaychú. Ama bailar, sigue en constante formación, y en la comparsa a la que ella define como “una gran familia”, pasó por distintos roles: en ballet, en apertura, hasta que en esta oportunidad fue designada bastonera, algo que la enorgullece y la hace sentir muy cómoda, porque le permite “estar libre y disfrutar”.

Cuenta Tamara que esta edición es muy especial para O’Bahía, ya que hace poco tiempo falleció su creadora Ana Peverelli, y este año tienen un mensaje para ella, en su honor. Allí, explicó en una entrevista para Somos Carnaval, representa las alas de la naturaleza: “El director me pidió que mi papel sea fuerte, y eso me gusta, ponerle acting e interactuar con la gente y con el jurado”.

“Estoy disfrutando un montón. Disfruté de todas las ediciones y de todas las ciudades en donde me tocó estar. Particularmente para mí es algo único, no me imagino un verano sin carnaval, aunque sé que de a poco se viene cerrando el ciclo”, desliza con un dejo de nostalgia a EL PUEBLO.

Sobre la importancia como festividad popular y como hecho cultural, tiene un mensaje claro: “Aunque claramente Gualeguaychú es el carnaval del país, por sus dimensiones, por sus carrozas, y amo participar aquí, los de otras ciudades y pueblos tienen su impronta, sus características y su esfuerzo. El hecho de reunirse alrededor de una mesa a bordar un traje, a pensar, a diseñar, y eso es un poco lo que me conmueve, compartir esa cultura, esa pasión”, sostiene.
“Me queda en la mente grabado cuando con mi mamá bordábamos los trajes, lentejuela por lentejuela, algo que siempre viví con mucha felicidad. Acompañada de mi familia y mis amigos, siempre tuve esa suerte y para mí eso es una alegría inmensa. Estoy muy contenta con este camino”, expresa.

Su última nota de voz se afirma sobre esa convicción: “Quiero dejar un gran saludo para todos los que aman el carnaval y que luchan por esta pasión. Mi respeto a ellos y feliz carnaval a todos”.

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Tamara López es bailarina, licenciada en Bromatología y becaria de Conicet

Mientras concluye su doctorado, brilla como bastonera en el carnaval de Gualeguaychú 

“El balance de enero en nuestra ciudad, al igual que el de todas las zonas turísticas del país, ha tenido cifras adversas, en un contexto de alta inflación y mucha incertidumbre económica”, refirió. 

De acuerdo a los datos recabados oficialmente mediante consultas al sector privado, la ocupación hotelera a nivel local fue de 45% en el primer mes del año: “Contamos con 350 plazas homologadas y sabemos que hay alojamientos particulares que brindan hospedaje, pero desconocemos el número exacto”.

“Históricamente, febrero nunca fue un mes de mayor movimiento que enero a nivel turístico”, citó como antecedente, “pero de todas maneras somos optimistas y, por cierto, hay un gran porcentaje de reservas para este fin de semana extra largo”.

“Estamos notando que nuestros carnavales, que se vienen jerarquizando muchos en los últimos años, están siendo un atractivo turístico elegido por un sector de gente que disfruta las fiestas populares”, destacó en este sentido.

**Parque temático, en carpeta**

De profesión abogada y con trayectoria en la Catuvi, el Cecip y el Aeroclub local, la conocida empresaria encara su gestión pública con diversas ideas por concretar.

“Pese a que tocarán tiempos difíciles y con poco presupuesto, estoy convencida que la continuidad en la gestión permitirá lograr grandes cambios: hay muchas iniciativas que se fueron llevando a cabo desde 2007, que hoy disfrutamos y ya forman parte de nuestro patrimonio. Seguiremos apostando al trabajo conjunto, sosteniendo los logros alcanzados y planificando”, manifestó. 

Uno de los proyectos que quiere concluir en este período es el Parque Acuático Temático, proyectado contiguo a Villa Termas: “Este tipo de oferta turística hoy es tendencia y viene en franco crecimiento en la Argentina y el mundo”. 

En esa senda, se busca “desarrollar un lugar que, además de lo meramente lúdico, tenga énfasis en diversos aspectos temáticos, de forma tal de propiciar la cultura, la historia y la educación sobre la provincia a través de la arquitectura y seducir a un público joven, además de los típicos turistas, atendiendo la demanda de viajes estudiantiles y aprovechando la centralidad geográfica de la ciudad”.

En los avances definidos hasta el momento, “se contemplan aspectos ambientales, operativos y económicos que contribuirán a su sustentabilidad futura, que sin lugar a dudas potenciará el atractivo turístico- cultural de Villaguay y tendrá un significativo impacto socio- económico sobre todos los habitantes”, auguró.

**Impacto de la crisis**

El sector turístico “no es ajeno a la difícil situación económica que atraviesa el país”, según Revoredo.

Este contexto “se vio reflejado en las estadísticas, con una merma de la ocupación hotelera del 40% en relación a la temporada estival del año pasado”, precisó, traduciendo esa realidad a números.

Frente a este panorama, se instaló una nueva tendencia con “escapadas” de 3 a 4 días a las provincias “y Villaguay está dentro de los destinos elegidos”, aseguró la titular de Turismo.

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En el inicio del finde XXL, la palabra de Cecilia Revoredo

Turismo: tras un enero con “cifras adversas”, hay “gran porcentaje” de reservas

“Era joven y escuchaba a Mochín Marafiotti cuando tomaba sol a la siesta y me encantaba escucharlo (N. de la R. Francisco Marafiotti, productor discográfico, musicalizador, presentador, compositor, cantante y músico argentino, creador de La música de Mochín Marafioti, un multipremiado segmento radiofónico luego renombrado Algo para recordar), cuenta Liliana sobre aquello que la inspiró a idear el programa.

Con su voz calma y clara, continúa: “Tuve la oportunidad de ser productora de LT27, y ahí empecé a hacer otro programa. Me gustaba la música del recuerdo, llevaba discos, cassettes –porque fuimos pasando por todas las etapas–, y ahí soñé con producir un programa de entretenimientos”. 

“Era febrero, que normalmente es un mes bastante difícil. Tenía necesidad de trabajar mi mente, estar atenta a otras cosas, y necesidad económica también”, relata.

Así comenzó a producir El Baúl de los Recuerdos, siempre acompañada por su familia, cuenta Liliana: “Ahí estaba mi abuela sosteniéndome, yo con el Winco los viernes, o sábados, y luego los domingos”.

Los primeros programas fueron en la FM Centro: “Empecé los sábados de 9 a 10, y los domingos de 9 a 11”. Poco tiempo después, explica, le ofrecieron ser directora de la FM Del Sol: “Acepté y me pasé al domingo, 3 horas. Estuve 3 años en la Centro y hace 25 que estoy en la Del Sol”.

La vigencia de El Baúl a lo largo de casi 3 décadas se explica por varias razones, dos de ellas quizás sean las más nítidas: el amor por la música “del recuerdo” –que abarca a más de una generación–, y el siempre fluido intercambio con la audiencia.

“Ha ido cambiando el formato, según la demanda de los oyentes y también las inquietudes de uno mismo. Lo que noto es que los amigos de El baúl quieren escuchar música, entretenerse, distenderse, y que nos da la posibilidad de cada uno, con esa canción que va escuchando, de transportarnos a un momento, a un lugar especial”, sostiene la conductora.
Y amplía: “Fue pasando por distintos momentos, muchos recuerdos. Primero era mucho de historia de la ciudad, del país y del mundo, y menos música. Después hicimos muchos sorteos, algo que a la gente le encanta, pero eso lleva mucho tiempo y hay menos música”. 

“Cuando charlo demasiado me lo dicen, pero cuando falto –aunque me cuesta mucho, porque es una parte de mi vida, es como un hijo– ahí notan la ausencia”, sentencia y sonríe Liliana, como si tuviese enfrente a sus escuchas y se lo estuviese diciendo.

Cuando cuenta sobre El Baúl, su conductora lo hace siempre en primera persona, a veces en singular, y muchas, la mayoría de las veces, en plural, porque siempre la acompaña un equipo de personas que hacen posible “su sueño”.

En ese sentido, sobre el cierre de la charla se toma un momento para agradecer: “A todos los operadores que en estos 28 años han pasado, a los locutores o amigos que se han hecho cargo cuando tuvieron que suplirme, y a las casas comerciales, que me protegieron en su primer momento hasta como terapia, y hoy me siguen acompañando. Hemos pasado distintos momentos, buenos, malos, como los de nuestro país, y todos le seguimos poniendo el alma a este programa”.

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EL PUEBLO dialogó con su creadora y conductora Liliana Schereldeseker

El baúl de los recuerdos: 28 años de música, compañía y emoción

“Era una idea que ya se me había planteado un año atrás. Siendo de la ciudad y al conocer la magnitud de semejante institución, no fue una decisión que tomé apresuradamente”, reveló el viernes, una semana después de haber asumido, en diálogo con EL PUEBLO.

Médico por la Universidad Nacional de Rosario y especializado en medicina interna y clínica médica en la Sociedad de Medicina Interna de Buenos Aires, este joven profesional realizó sus prácticas en Santa Fe y, al regresar a Entre Ríos, se desempeñó en establecimientos de Villa Clara, San Salvador, Basavilbaso y también el Sanatorio Americano y el propio nosocomio local.

“Hace dos meses, cuando se me volvió a ofrecer esta responsabilidad, empecé a hablar con actores sanitarios de la ciudad para ver si teníamos un equipo de gestión para encarar un proyecto de este tamaño y recibí su apoyo”, valoró.

**Deudas, recursos y plan de acción**

Al asumir la nueva función, Reichel dijo haberse encontrado con “una realidad que los villaguayenses no desconocemos” y que el primer paso de su plan de acción será “optimizar recursos para trabajar de manera más ordenada y así poder brindar una mejor atención”. 

“La situación de salud a nivel local es crítica, primero porque todos sabemos el estado en que se encuentra nuestro edificio y segundo por la situación económica del país, que impacta terriblemente en los precios de los medicamentos”, explicó.

Consultado por las finanzas, respondió: “El nuestro, como casi todos los hospitales públicos de la provincia, presenta varias deudas, la más grande que se mantiene es con droguerías. Tengo confianza que, mediante control y gestión, se puede solucionar”. 

En este momento, está trabajando para implementar un sistema de reintegro en las consultas de quienes cuentan con cobertura, como ya lo hacen varios efectores. “No estoy hablando de cobrarle al paciente, sino de gestionar un pago ante su obra social”, aclaró.

“Esos fondos luego vuelven como arancelamiento hospitalario, que tiene prefijada una distribución entre los distintos escalafones profesionales y otra parte para gastos de la institución”, detalló.

“La demanda es enorme y los recursos no siempre están a la altura, pero si se logra implementar esta nueva modalidad el próximo mes, sería un avance muy importante”, auguró. 

**Covid y dengue en la zona**

Tanto a nivel provincial como nacional, en las últimas semanas se multiplicaron los casos de coronavirus y dengue.
“Hasta el momento, a nivel local no hemos tenido cuadros graves, por lo que fueron atendidos en forma ambulatoria, sin necesidad de llegar a alguna internación”, reportó el titular del nosocomio.

De acuerdo al registro epidemiológico, enero lleva acumulados nueve tests positivos de Covid-19, de los cuales cuatro permanecen activos; mientras que suman tres las personas infectadas por mosquitos: dos casos importados fueron detectados en Ingeniero Sajaroff y uno autóctono en nuestra ciudad. Además, otros dos pacientes permanecen a la espera de resultados de análisis clínicos. 

Quienes deseen aplicarse dosis de refuerzo ante el SARS-CoV-2, deben concurrir al vacunatorio de lunes a viernes de 6.30 a 13.30 o bien a la Escuela “Rogelio Martínez” los días martes y jueves de 9 a 11. “La vacuna cumplió su efecto, pero hay que renovarlo”, recordó. 

Desde el Ministerio de Salud de Entre Ríos recomendaron días atrás la colocación del refuerzo una vez por año y cada seis meses a aquellas personas que estén comprendidas en grupos de riesgo.

**Pediatría, “asunto delicado”**

Pediatría “en estos momentos, es un asunto delicado”, definió el doctor Reichel.

“El servicio tenía muchos riesgos debido a que faltaba recurso humano y, al mismo tiempo, debe reorganizarse mediante una buena gestión y sumar profesionales”, afirmó.

Actualmente, hay guardia pasiva para los más chicos: “El pediatra está disponible para atender urgencias cuando es convocado desde el hospital, pero no permanece las 24 horas del turno en el lugar”.

“Precisamente, hace unos días me aboqué a convocar profesionales de la ciudad para que logremos sellar un compromiso”, instó.

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“La situación de salud es crítica”: el plan de la nueva dirección del hospital para afrontar deudas y optimizar recursos

“Si bien llevo más tiempo en Buenos Aires del que viví en Villaguay, todo el año espero que lleguen estas fechas para poder viajar, reencontrarme con la ciudad y estar tranquilo”, comentó días atrás, en el inicio de una entrevista con EL PUEBLO.

Convocado con motivo de su intervención en la función especial ofrecida tras la asunción presidencial de Javier Milei, la charla permitió repasar su sólida formación y extensa trayectoria profesional como artista en dos lugares emblemáticos.
Por un lado, se desempeña en el Teatro Colón como organista y copista corrector, “un nexo entre el director y la orquesta, sin necesariamente ser un asistente, que se encarga de adaptar la obra a la puesta en escena”, según explicó, simplificando su compleja labor. 

Si bien disfruta del “vuelo internacional” y los “altos estándares” del recinto, a futuro sueña con que “haya algún concurso para lograr estabilidad” y, además, “cumplir una función más comprometida” como director del archivo o creando una editorial teatral.

Al mismo tiempo, es organista coadjutor en la Catedral Metropolitana y hasta inicios de 2023 fue director de los tres coros del templo, “un rol que no se cubría desde la época de Blas Parera” hasta su incorporación hace 11 años.

**Músico desde la cuna**

Si bien no hay músicos dentro del círculo familiar, el vínculo de Felipe con el arte surgió “desde muy chico”, ya que tuvo distintas melodías como banda de sonido durante la infancia. 

“Mis ‘viejos’ (los docentes Miguel Delsart y Silvia Ibarra) organizaban peregrinaciones religiosas y recuerdo que la música siempre me impactaba mucho, incluso teniendo muy corta edad”, rememoró. 

“Mi abuela me escuchaba cantar o tararear canciones y, según ella, era afinado, entonces me regaló un organito para que jugara en casa” y así fue como empezó a “sacar las primeras notas, de oído” del Ave María y Las Cuatro Estaciones de Vivaldi que tenía en un casete.

Además, “como tenía un comportamiento bastante activo en esa etapa, mis padres optaban por ponerme música clásica para que me tranquilizara”, contó entre risas. 

Cuando tenía entre 6 y 7 años, asumió mayor responsabilidad al empezar a tocar el órgano con el coro de la parroquia Inmaculada Concepción, “donde cada domingo asistíamos a misa en familia”.

**Trayectoria profesional**

Guiado por su interés por “melodías” y “armonías”, Delsart comenzó a estudiar piano con la profesora Mónica Schlotthauer y a dar grandes pasos en su perfil profesional.

A la vez que realizaba la secundaria en el Instituto “La Inmaculada”, se convirtió en Profesor Superior de Piano egresando del Conservatorio Musical Clementi de Entre Ríos y, mediante una beca de padrinazgo para irse a Buenos Aires al cumplir 18 años, se licenció en Dirección Orquestal por la Universidad Católica Argentina (UCA).

En 2010 comenzó a estudiar órgano con el maestro Enrique Rimoldi y tres años después asumió como organista adjunto y director de la Capilla Musical de la Catedral Metropolitana de Capital Federal. 

Es autor de numerosos arreglos vocales e instrumentales que integran el repertorio del templo y del Grupo de Música Litúrgica, además de componer la Misa en Honor a Santa Teresa de Jesús, estrenada en la catedral porteña y en Saint Patrick Cathedral de New York, Estados Unidos. 

También se desempeñó como organista invitado para numerosas óperas y conciertos, junto a la Orquesta Filarmónica Nacional y la Orquesta Estable del Teatro Colón.

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La ascendente carrera artística de Felipe Delsart

Entre el Teatro Colón y la Catedral de Buenos Aires, villaguayense se destaca en el mundo de la música

El proceso de expansión “se fue dando gracias a los compradores, el boca en boca de la gente y la comunicación mediante las redes sociales, donde vamos mostrando nuestras obras”, dio a conocer el propietario, el ingeniero en sistemas Emanuel Azambuya.

“Trabajamos desde Villaguay para toda la Argentina: no creo que quede alguna provincia sin clientes”, graficó, destacando que apuestan al “cara a cara” y que atienden “pedidos a medida”.

“Hoy fabricamos heladeras de uso comercial para mini y supermercados, mayoristas, distribuidoras, carnicerías y estaciones de servicios”, mencionó entre sus producciones. 

“Somos proveedores de YPF, por ende nos tienen en cuenta cada vez que abren o renuevan una sede”, citó como ejemplo. 

**Rubro familiar**

Recién recibido en la UAI de Rosario, en 2007 debió decidirse entre “ir a probar suerte al sur” y “volver a la ciudad aceptando una propuesta” de su padre, Ricardo Azambuya.

“Mi viejo tiene más de 30 años en el rubro y, cuando me hizo la oferta, decidí quedarme trabajando con y para él: hacíamos montajes y reventa de equipamiento comercial en general, pero no era una fábrica como la que tengo hoy”, rememoró.

En 2012 llegó el momento de empezar a elaborar sus propias heladeras, “con él y mi hermano Mariano, que ahora vive en Misiones y tiene su negocio del mismo rubro”. 

Después de un tiempo, “ellos se abrieron y, desde 2018, seguí solo con el grupo”, refirió, trazando una línea de tiempo.
No obstante, “siempre nos seguimos damos una mano”, reveló.

**Un emprendedor**

Más allá de su formación profesional, Emanuel prefiere el término “emprendedor” antes que “empresario” a la hora de definirse. 

“Considero que tengo una empresa que da que hablar por el trabajo que hace y laburo 24/7 (las 24 horas, los siete días de la semana) con celular como aliado, porque es una gran herramienta”, contó.

Entre administración, producción y ventas, actualmente ocho personas forman parte del equipo, “un grupo de laburo muy bueno en todo sentido, que se pone la camiseta y salta los obstáculos”. 

Además de este personal que se desempeña en la planta ubicada en Savio y Rivadavia de Villaguay, la marca cuenta con revendedores de sus productos en varias provincias.

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Grupo liderado por el ingeniero Emanuel Azambuya

De Villaguay hacia todo el país: la expansión de Esquimal, fábrica integral de heladeras comerciales

Con más de 20 de años de trayectoria ininterrumpida, la agrupación prepara para esos dias un desfile imponente de más de una hora de duración que, según detalló, contará con un número aproximado de 90 integrantes en escena.

Además manifestó que al ser un número importante de personas, la metodología de trabajo para ensayar es en dos grupos, por un lado la batucada lo realiza en las instalaciones de la cancha del Club Barrio Sud, en tanto que el cuerpo de bailarines lo hace en el local de la escuela de danzas que tiene Grisel, en Matheu 450.

A su vez, la directora explicó que la característica más importante de una comparsa es la de representar una temática. “Nuestro trabajo es como una obra de teatro, narramos una historia utilizando para tal fin la danza, la música y el vestuario”, agregó.

“La apertura del show es encabezada por nuestra Embajadora, que es la reina del año pasado Luz García. Su función es presentar a la comparsa, luego sigue lo que llamamos la comisión de frente que está integrada por un ballet de danza quienes realizan la introducción de la obra”, manifestó Grisel.

“Más atrás marchan las escuadras, a la cabeza de la cual va una pasista y cada una de ellas cuenta un capítulo de la historia. Luego hace su entrada Trinidad Migliarini, Reina 2024 de la comparsa. Y, para finalizar la columna, ingresa la banda de música más la batucada quienes serán acompañados por un cuerpo de ballet”, completó.

En lo que refiere a la temática, en esta edición Ritmocolor presentará una obra titulada “Entre dos mundos”, la cual habla sobre el proceso histórico que sucedió a partir del siglo XV con la llegada de los europeos a América.

“Nuestra concepción de ese suceso es que, si bien se le llamó colonización, fue una invasión, ocupación y expropiación del continente americano y un vaciamiento cultural de los distintos grupos de aborígenes que habitaban este suelo. Durante el desfile cada escuadra representa a los actores sociales del momento, reyes, aborígenes, soldados guerreros, esclavos africanos entre otros”, sostuvo la directora.

Además contó que Alexiana Ramón será la integrante de la comparsa que competirá en el rubro Figuras de Destaque como pasista.


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La agrupación cuenta con más de 20 de años de trayectoria

Ritmocolor dice presente en una nueva edición de los carnavales

Formado como instructor de vuelo, incursionó en la actividad a los 18 años y lleva casi cuatro décadas “en el aire”: “El aeronáutico es un apasionado y yo pertenezco a ese grupo”.

Oriundo de Paraná, actualmente oficia de piloto de helicóptero de la fuerza de seguridad provincial de la cual forma parte y como jefe de instructores del aeroclub local.

**Curso de formación**

Por su faceta de instructor, “Coto” -como se lo apoda en el ambiente- viaja a nuestra ciudad “una vez por semana, la actividad se desarrolla mayormente sábados y domingos”.

“No tengo días fijos, vamos rotando en relación a la disponibilidad mía y de los alumnos: actualmente tenemos siete, de los cuales tres están por rendir para recibirse”, dio a conocer.

En relación a los tiempos del curso, detalló que “puede realizarse en dos años como máximo y en 90 días como mínimo, y consta de 40 horas de vuelo de las cuales 30 son con instructor y 10 en solitario”.

Se trata de una formación teórica y práctica: “A medida que se va volando, se va viendo la teoría. En un momento, el alumno está para seguir solo, generalmente a partir de las 12 horas”.

En este punto, el instructor hizo hincapié en el concepto de la “regularidad”, planteando que “es necesario practicar por lo menos 40 minutos semanales desde que se inicia la capacitación”.

Una vez completado el ciclo, se recibe el título de “Piloto privado de avión”, lo cual faculta a “volar en forma privada y deportiva, pero no como comercial”.

**Primeros pasos y costos**

La edad mínima para iniciar el curso de instrucción es de “16 años y 9 meses, con autorización de los padres ante escribano”, lo cual constituye un requisito clave, según Bernardis.

Para comenzar a volar, “hay que pasar un examen psicofísico, cuyo resultando tiene una vigencia de tres años; si uno tiene algún problema, no podrá practicar la disciplina”.

Se puede arrancar en cualquier momento del año. “Casualmente, hace 15 días empezó un nuevo alumno, que viene desde Paraná”, puso como ejemplo el piloto.

“Al ser una actividad costosa, no hay tantos alumnos: en cinco años se recibieron seis. En Villaguay no es caro, por eso vienen de otros puntos de Entre Ríos, como la capital y Santa Elena”, reveló. 

“El costo de la hora de vuelo es de 45 mil pesos y, por otro lado, está el pago de la instrucción, que es de 3500”, precisó “Coto”, subrayando que cuentan con “dos aviones ideales” para la práctica. 

“La actividad aeronáutica va cuesta arriba en general por los costos de mantenimiento y repuestos, por eso es tan importante que los aeroclubes sumen alumnos y generen ingresos”, destacó.

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Marcelo Bernardis, jefe de la Brigada Aérea de la Policía

Con 40 años “en el aire”, instructor de vuelo trae su “pasión por la aeronáutica” cada semana a Villaguay

En la madrugada del miércoles vio con sus propios ojos, a través de su ventana, cómo las ráfagas de viento se llevaban por el aire, íntegro, el techo de la casa de su hermana, y corrió a asistirla a ella, su marido y sus sobrinos en medio del vendaval. EL PUEBLO comparte a continuación uno de los numerosos testimonios del inédito temporal que se abatió sobre Villaguay.

**“Un trompo negro que subía y bajaba”**

“Lo que viví fue horrible. Horrible. En mis 30 años, nunca vi una cosa así”, comienza su relato “Luchy”, que vive en Concordia y Saldaña Retamar, en la zona sur de la ciudad. En el mismo terreno, se encuentra la casa de su mamá, y también la de su hermana Rosario, que habita junto a su esposo Rolando y sus 4 sobrinos: 3 niñas de 14, 7 y 6 años y un bebé de 2 meses.

“Me desperté a las 4 de la madrugada con una sensación rara. Media hora después, tronaba bien arriba. A eso de las 5.15 los dos perros que tenemos estaban escondidos, y empezaron a caer gotas gruesas. El viento se ponía cada vez más fuerte y mi señora se paró sobre la puerta porque se movía, parecía que la iba a abrir”, relata, aun asombrado.

“No se veía nada, el viento era muy fuerte y muy lento, no sé cómo explicarlo. Todo se puso blanco, brillante, y empezaron a moverse los postes de luz. La veíamos a mi mamá por la ventana que nos miraba desde su casa y lloraba, en shock”, continúa Luchy.

Fue entonces cuando ocurrió lo inesperado, y cuando lo cuenta se le anuda la voz: “Miro para el costado y veo que el árbol se empieza a mover, el viento lo levanta, ¿me entendés?, lo levanta y cae en el medio de la casa de mi hermana Rosario”. Con el impacto, los tirantes cedieron y las chapas, literalmente, volaron.

La desesperación fue total. Quiso salir corriendo y Tamara no lo dejó, tal era el peligro que percibían. Pero no se contuvo. Vio a su otra hermana correr desde la casa de su mamá hasta lo de Rosario, y entonces él salió por detrás.

Entraron a la vivienda y la vieron junto a Rolando sosteniendo un colchón de dos plazas con el que cubrían a los 4 niños. Ya sin techo, el agua caía por todos lados.

Envolvió a su sobrina de 6 años con lo que encontró a mano y corrió hasta su casa, se la dejó a su señora, y volvió por el bebé.
“La casa tembló. Jamás vi una cosa así, eso no fue una tormenta, fue otra cosa. Vi la nada y no fui la única persona que sintió eso. Fue como un trompo negro que subía y bajaba”, repite, aún impactado.

De a poco, y en el medio del vendaval, consiguió reunir a toda su familia bajo su techo. Tuvo que cortar la luz junto a su cuñado porque los cables estaban pelados y chispeaban bajo la tormenta, sumiéndolos en un riesgo aún mayor.

“Yo me dedico a la albañilería”, cuenta, y explica que construyó su casa con 6 tirantes de 2 x 6. Cree que eso la hizo más resistente a la feroz tormenta. “La casa de mi hermana también la hice yo, de 4 metros de altura. Estoy convencido de que el viento bajó hasta esa altura, no más, porque si seguí bajando no nos salvábamos”, afirma.

**Las horas siguientes**

“Lo primero que hice fue llamar a Valentina Vinzón (N. de la R. La directora de Derechos Humanos, Género y Diversidad). Ella se acercó a las 7 de la mañana con pañales, leche, frutas, comida, ropa y abrigo para los chicos y mi hermana, que perdieron todo”, cuenta, y que horas después llegó la asistencia de Desarrollo Humano. Les llevaron chapas y clavadores, aunque aún les faltan los tirantes para poder comenzar la reconstrucción. Lo que no pudieron conseguir todavía, amplía, son colchones.

“Pasaron todos la noche en mi casa. Mucha gente se acercó a darnos una mano y estamos muy agradecidos”. Agrega que una persona les va a donar un televisor para los chicos, y que si alguien puede colaborar con ellos, toda ayuda será bien recibida. 

En reiteradas oportunidades, Brisa, de 6 años, quiso ver su casa. Finalmente, la tarde de la tormenta, junto a su cuñado la llevaron. Cuando ingresaron tuvieron que explicarle, con palabras que no encontraban y el dolor que no podían mostrarle, lo que había ocurrido. 


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Luciano Sosa fue testigo de la voladura del techo de su familia

“Fue como un trompo negro que subía y bajaba”

Según contó, su pasión por el dibujo comenzó a temprana edad cuando vivía en la zona rural del distrito Raíces Oeste, donde cursó sus estudios primarios y secundarios en la escuela N°14 “Madre Patria”.

“Arranqué de niño a copiar dibujos de animé y de historietas. Siempre fui autodidacta y como tuve la constancia de seguir fui puliendo mi técnica hasta perfeccionarla lo más que pude”, explicó, al tiempo que agregó que el dibujo es un arte que todos los días se aprende algo nuevo.

El joven, de 29 años hace 4 que vive en nuestra ciudad y ha participado en varias ediciones de las ferias de artesanos que organiza el grupo “Colectivo Cultural”, donde expone sus obras y también dicta un taller de Dibujo para niños y adolescentes en la escuela municipal Remedios Escalada de San Martín.

En lo que respecta a la parte muralista, comentó que su primera aproximación con esta composición plástica fue cuando pintó la imagen del Cura Brochero en la pared de la casa de un cliente que le había realizado una promesa al santo.

Matías además trabaja en un kiosco de calle San Martin, donde dejó plasmado los dibujos de tres destacados futbolistas en las paredes del local. “El propietario me preguntó si no me animaba a pintarlo a Diego Maradona y Lionel Messi luego del mundial, lo cual acepté con mucho gusto. Y hace unos días realicé también el dibujo de Juan Román Riquelme”, agregó.

En el caso de estos murales, el artista destacó que primero se necesita tener las paredes en óptimas condiciones, luego hace un bosquejo a mano mediante lápiz y ayudado con una regla para repartir las proporciones del cuerpo y, por último da color utilizando pinceles y acrílicos. La obra le lleva un tiempo máximo de dos o tres días en la ejecución.

También adelantó que está planificando realizar dos dibujos más en el kiosco, para homenajear al recordado campeón del mundo Mario Alberto Kempes y al arquero de la selección argentina Emiliano “Dibu” Martínez. Aparte de eso, Matías se ocupa de hacer retratos personalizados por encargue.
Los interesados en contactarse con el artista, pueden hacerlo mediante sus redes sociales: Matias Portillo en Facebook y matilasportillo94 en Instagram.

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El joven se dedica a crear murales, retratos y dibujos

Matías Portillo, muralista y pintor

Camilo tiene 16 años y actualmente cursa 4to año en la Escuela Agrotécnica N°2 “Justo José de Urquiza”, institución que eligió para cursar sus estudios secundarios luego de terminar la primaria en la N° 82 “Mariano Moreno”.

“Me decidí por “la Agro” porque me gustaba mucho la veterinaria, además de las prácticas al aire libre que se realizan y el contacto con la naturaleza que tenemos”, resaltó.

En lo que respecta a las matemáticas, contó que arrancó de niño cuando aún iba a la escuela primaria, y ya lleva más de 6 años concurriendo a distintas competencias, interrumpidas solo por la pandemia.

Particularmente durante el transcurso del 2023, Camilo sorteó con grandes logros las instancias interescolar, local y regional lo cual lo depositó en el certamen nacional que se realizó del 11 al 15 de noviembre pasado en La Falda, Córdoba, donde participaron más de 900 chicos de escuelas secundarias.

“Fue una experiencia muy intensa y de un gran aprendizaje y me preparé mediante clases particulares para llegar de la mejor forma. Hay que resolver problemas matemáticos donde se debe buscar la información mediante varios teoremas. También hubo actividades de geometría, lógica y posibilidades”, describió el joven con respecto al concurso, subrayando que además de los conocimientos que hay que tener para afrontarlo, la experiencia es algo fundamental.

Habiendo conocido el resultado de que también aprobó esta instancia, Camilo se prepara para afrontar el certamen a nivel internacional, para lo cual tendrá que esperar hasta el próximo año ya que, según contó “desde la organización te envían la invitación a las instancias entre naciones y uno se inscribe a la que más le interesa”.

Por último, y a modo de reflexión comentó que para él la matemática, aunque parezca algo que no se utiliza cotidianamente, “es algo muy útil. Es una actividad que se debe apreciar como el arte, ya que un problema matemático no lo resolvés de una sola forma, cada solución tiene el sello del matemático, en mi caso es tener perseverancia, probar y darle un razonamiento lógico”, sostuvo.



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El joven participó de la instancia nacional de la disciplina 

Camilo Lorenzatto Barbar: “La matemática es un arte”

El próximo sábado en la catedral de Nuestra Señora del Rosario de la capital provincial, en una ceremonia presidida por el arzobispo de Paraná monseñor Juan Alberto Puiggari, los villaguayenses Juan Cruz Hernández y Enzo Giménez serán ordenados sacerdote y diácono, respectivamente.

EL PUEBLO dialogó con los dos jóvenes para conocer más sobre la historia personal de cada uno, los motivos por los cuales eligieron este camino y cómo lo afrontó cada uno.

**Juan Cruz Hernández**

El futuro sacerdote contó que tiene 27 años y es el menor de los cuatro hijos de José Hernandez y Norma Silva. Junto a sus hermanos, Pablo, Sebastián y Priscila Daiana, pasó su infancia en el barrio en torno a la Escuela Normal Superior Martiniano Leguizamón, donde realizó sus estudios primarios y cursó hasta segundo año del secundario.

Con 13 años cumplidos, Juan Cruz se mudó junto a su familia a Feliciano, lugar donde concurrió al Instituto San José, y es en ese momento donde tuvo la certeza de que su camino era el sacerdocio, para lo cual entra en el seminario en marzo de 2014.

“Si bien en ese momento comprendía que era una elección que cambiaría sustancialmente mi vida, percibí que solamente abrazando este camino iba a ser feliz”, dijo Juan Cruz al tiempo que destacó y gradeció el acompañamiento de su familia en tan importante decisión para su futuro.

“Desde adolescente, y gracias a mi mamá, me acerqué a la parroquia Santa Rosa donde tocaba la guitarra en las actividades de la iglesia. En ese momento ya comenzó una motivación en mí por las reuniones con los demás jóvenes y el trabajo social que podíamos realizar desde allí”, explicó.

“Durante los últimos años de la escuela secundaria pasé por un momento donde constantemente me preguntaba qué me pedía Dios y qué podía darle yo. Fue durante un retiro espiritual que realicé en el departamento de La Paz,  donde sentí su llamado y la fuerte convicción de que quería ser sacerdote”, agregó.

Juan Cruz también recordó con mucho cariño a tres instituciones de Villaguay, la parroquia Santa Rosa, el club Adev donde alguna vez practicó futbol y la escuela Martiniano Leguizamón, lugares por donde pasa cuando viene a nuestra ciudad a visitar a su abuela paterna Irma Lalanda y a sus tíos y primos.

Con respecto a los ocho años que transitó en el seminario, destacó que fue un trayecto de mucho aprendizaje intelectual, pastoral y espiritual. También explicó que en primer año los aspirantes realizan un trabajo de adaptación, luego ya viene un periodo más intenso de estudios filosóficos, teológicos y actividades en las parroquias. “En sexto año se puede pedir la admisión a las sagradas órdenes y comenzamos a usar el signo eclesiástico, el “cuellito” que todos distinguen en los curas”, explicó Hernandez.

Desde el 3 de mayo pasado, el futuro sacerdote vive en Bovril, más precisamente en la parroquia San Miguel Arcángel, donde desarrolló sus actividades como diácono y a la cual regresará luego de su ordenación hasta que el arzobispado le asigne un destino.

Consultado por cómo fue el camino que atravesó hasta el momento, Hernandez destacó que hubo momentos de dificultad, sobre todo el estar lejos de la familia y el cambio radical que tuvo su vida. “Debemos renunciar a muchas cosas. Esta entrega me hizo experimentar que Dios no se deja ganar en generosidad. Él nos pide una entrega, pero lo que nos devuelve es mucho más grande y llena el corazón”, sostuvo.

“Afortunadamente en este recorrido Dios me regaló más padres hermanos y madres que me reconfortaron cuando extrañé a mi familia. Quiero agradecer a todos los que me han acompañado y compartir con ellos la alegría que experimento en este momento a pocos días de ordenarme sacerdote”, concluyó.

**Enzo Nahuel Giménez**

Al ser entrevistado por EL PUEBLO, Enzo contó que tiene 26 años y que actualmente está cumpliendo con sus obligaciones como seminarista en la parroquia San Cipriano y San Francisco Javier del departamento Diamante, lugar donde vive desde el 5 de abril de este año.

Su núcleo familiar se compone de su mamá Margarita Giménez y sus hermanas Flavia, mayor que él, y Celeste, y su niñez la vivió en la zona aledaña a la parroquia Inmaculada, institución donde dio sus primeros pasos en la fe participando de las actividades de los distintos grupos de jóvenes y también como monaguillo.

“Luego de terminar la primaria en la Escuela N°1 Bartolomé Mitre, en el 2009 me fui a vivir al internado del instituto del seminario arquidiocesano donde cursé la secundaria”, recordó Enzo, y agregó que en esa época tenía la convicción de ser sacerdote, pero aún no se había definido en él la vocación.
Fue en el último año del secundario cuando muy seriamente se preguntó qué estudiar y qué quería ser, y fue en este momento que decidió seguir el Seminario, al cual ingresó en marzo de 2015.

“Lo primero que me reconfortó de esa decisión fue la confianza y el acompañamiento que tuve de mi familia. Fue un proceso muy largo de reflexionar y discernir qué quería hacer con mi vida. Primero hay un llamado de Dios que te invita a que lo sigas, pero a veces no culmina en el sacerdocio, hay que saber interpretar el mensaje de nuestro creador y observar si eso es lo que nos pide”, desarrolló.

Enzo contó además que el año pasado terminó de cursar en el seminario y ya próximo a su ordenación como diácono está viviendo un período muy importante en su camino de fe, afortunadamente con la grata compañía de los vecinos de la comunidad parroquial donde vive quienes lo han ayudado todo este tiempo.

“Me gusta sintetizar todo este proceso que viví y que atravieso actualmente en una cita bíblica de San Pablo que dice ‛El permanece fiel’. Dios siempre ha estado fiel y acompañándome en todo momento. Fue Él quien me puso en este camino y esto es lo que quiere para mí, y donde haya alguien que necesite de mi ayuda espiritual estaré”, reflexionó para concluir, al tiempo que expresó que le gustaría regresar a Villaguay en el futuro como sacerdote.

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Juan Cruz Hernández

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Enzo Nahuel Giménez


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Juan Cruz Hernández y Enzo Nahuel Giménez 

Dos jóvenes de Villaguay en el camino de la consagración a Dios

Adrián Fuertes dio una entrevista exclusiva en la que habló de temas como su vínculo con el gobernador electo y su modo de relacionarse con la opinión pública, y ensayó algunas definiciones sobre su equipo de trabajo y sus proyectos para esta nueva etapa al frente de la municipalidad.

**Después de dos períodos como intendente, pasaste por un cargo de gestión a nivel provincial, y uno legislativo. ¿Qué te dejó eso, qué otras perspectivas incorporaste?**

Muchísimo. Yo ahora redacto la normativa por mí mismo. La verdad es que no hay institución que te enseñe a ser intendente, de todos modos, no llegué por casualidad, venía previamente en el ejercicio de la política. Fui la autoridad partidaria más joven de la ciudad, secretario de la Juventud Peronista de Entre Ríos cuando ese cargo era electivo, fui concejal, y aprendí mucho ahí también –durante la gestión del Dr. Oscar Miranda a principios de los ’90, y lo acompañamos en casi todas sus iniciativas–. 

Estoy mucho más formado que en aquel momento, y sobre todo, con una agenda de relaciones y contactos enorme. Hoy puedo levantar el teléfono y hablar con el gobernador electo, con miembros de todos los partidos, con una relación excelente, creo que a nivel local no hay otro político que tenga esa red de relaciones, que es multipartidaria y que puede aprovecharse para gestionar y que a Villaguay le vaya mejor.

 Quizás en la política telúrica pareciera de otra manera, pero basta con preguntarle a cualquier dirigente provincial qué concepto tienen de mí y te lo van a decir. De hecho, el proyecto de transferencia del parque industrial que presenté recientemente se aprobó sin ir a comisiones, sobre tablas y por unanimidad.

**Mencionaste al gobernador electo. ¿Tuviste comunicación con él? ¿Cómo es el vínculo?**

 Excelente. Nos conocemos y hace poco tiempo desayuné con él. Luego no tuvimos ningún cruce, solo alguna que otra declaración tribunera, y más allá de esas chicanas propias de la campaña, tenemos un vínculo muy bueno. Es una persona muy accesible, y es más, el día que él cerró su campaña en Villaguay, yo estaba almorzando en un restaurante y llegó Frigerio junto a su comitiva, y él mismo se acercó a la mesa en donde estábamos para saludarme. 

Creo que la relación va a ser excelente, porque lo considero una persona inteligente y respetuosa, y además porque creo que es lo que es lo que esperan los entrerrianos del gobernador y los villaguayenses de su intendente. Soy una persona que cree en la democracia y jamás se me ocurriría ponerle zancadillas a quien eligieron mis comprovincianos y con quien tengo que trabajar para que todo ande bien.
En ese sentido quiero destacar que Gustavo Bordet ha dejado un estilo en el que gobernó para todos los municipios con equidad en cuanto a la distribución de fondos públicos, una práctica muy saludable. Fue ecuánime, y no veo que Frigerio vaya a ser de otra manera. 
Nuestro vínculo con las cúpulas tanto del radicalismo como el PRO son muy buenas, el problema es más local. Yo por ahí me enojo, pero al día siguiente se me pasa. También hay que estar en nuestro lugar para entender que las cosas son de otra manera.

**Tenés una manera vehemente de manifestar tu punto de vista sobre determinadas cosas, que a veces genera repercusión o cierta incomodidad en parte de la opinión pública**

Sí. No voy a ser otra persona. Puede hacer ruido la forma en que yo me manifiesto, y la manera en la que hablo, pero nunca acusé a un rival político de ser un drogadicto, o señalé a alguien como delincuente sin tener pruebas, y yo soy una víctima permanente de eso. Para entender como es uno, es necesario ponerse en su pellejo, entender que tengo 5 hijos, y que inventen cosas como que a mí me sacaron en ambulancia de un lugar, y llegar a mi casa y que mi hijo de 7 años me pregunte “qué te pasó”. 

Fui el único intendente electo 3 veces, y fui el más votado en 200 años de historia, creo que merezco un poco de respeto. Por lo menos que no se metan con cuestiones personales, que no inventen que soy adicto. ¿Cómo se sentirían si su familia viera en las redes sociales que dicen ese tipo de cosas de ustedes?

Ante esto, o me quiebro y me deprimo, o soy aguerrido y me defiendo, y opté por esto último. Además, yo nunca acciono, yo reacciono. Hay personas a las que no les molesta que me agredan, sino que yo me defienda. 

**Con relación a esto, en las últimas semanas se dieron a conocer dos publicaciones: una en la que una agrupación ponía en duda la transparencia de los fondos para algunas obras públicas –que contestaste en tus redes sociales–; y otra en la que el ex candidato a intendente de la oposición sugería que se habían utilizado recursos municipales para la campaña. En este último caso, no hiciste comentarios de manera pública**

La leí pero no la contesté porque es una declaración política, enmarcada en un contexto de campaña nacional, que se pega al tema del “plan platita” que nació en los grandes medios de comunicación. Creo además que si alguien debería contestarlo es el municipio, no me corresponde a mí. De todos modos no me siento atacado, porque es una acusación política, firmada con nombre y apellido.
Lo otro sí fue grave, porque se hizo desde el anonimato y con acusaciones muy serias como la de restringir la circulación de las personas con barricadas en algunos barrios –lo que implica la violación de un derecho constitucional–. No suscribir quién lo afirma vulnera el valor de la palabra, y el mensaje, porque los ciudadanos tienen que saber de dónde viene. Eso establece una seria diferencia. ¿Cómo no voy a reaccionar frente a eso?

**Pasemos a la gestión municipal. En tu primera conferencia de prensa, y previamente en la campaña, mencionaste aspectos que habías identificado y que debían mejorar. ¿Cómo ves lo que viene? ¿Como una continuidad, una transición, o un poco de ambas?**

En primer lugar quiero aclarar una interpretación que se hizo sobre lo que dije, de que yo había hablado mal de la gestión: si no hubiese sido buena yo no hubiera ganado las elecciones, arranquemos por ahí. Transmití lo que la gente me contó en los barrios, cosas que faltaban como una luminaria, la presión de agua y esas cosas, además de temas nacionales como la inflación. 

Expresé aquellas cosas que tenemos que corregir. Ha sido una gestión prolija, con efectividad y equilibrio financiero, sin deudas, con buena relación con las instituciones, hemos tenido la capacidad de realizar grandes obras como la nueva terminal, las avenidas o el centro de convenciones, y sin embargo tenemos déficits en cuestiones que se pueden resolver de manera simple.

 Hay muchas cosas por hacer, como el tema de las viviendas. Creo que a través del municipio podríamos revisar los datos del censo, tener nuestro propio índice y rever los datos de crecimiento poblacional, para poder solicitar y reasignar partidas presupuestarias para subsanar ese tipo de problemáticas, e incluso muchas otras.

**Hablaste también de un nuevo modo de canalizar los reclamos de los vecinos**

Hace unos días me reuní con el personal del área de Sistemas de la municipalidad. Creo que cuando alguien ingresa a la web es para hacer un reclamo, y es necesario que para eso haya un botón rojo que sea bien visible, no en un rincón en donde es difícil encontrarlo, que del otro lado haya alguien que responda de manera inmediata y el reclamo se gire al área que corresponda, de manera eficaz. 

Hay temas que me transmitió la gente en mis recorridas, y que también me llegan a mi teléfono, que requieren de una acción rápida y para las cuales tenemos las herramientas: retirar ramas, arreglar pozos, asistir a alguien que está en situación de precariedad y necesita un contrapiso, no utilizar recursos municipales para beneficio personal, entre muchas otras cosas. No voy a permitir que tardemos en solucionarle los problemas a los vecinos, ni el robo hormiga de los recursos que paga el propio pueblo. 

**Hiciste pública la fusión del área de Turismo y Deportes que va a estar a cargo de Cecilia Revoredo, mencionaste a Horacio Manzato en Producción. ¿Qué otros cambios tenés previstos en las áreas y en los equipos?**

Puedo confirmar que Gonzalo Devetter va a estar en Hacienda, y que Miguel Ángel Federik sigue en mi equipo. También se suma Florencio Montiel, no te puedo decir dónde porque aún no está definido, pero seguramente nos va a acompañar.

Va a haber cambios en Salud, Cultura, Deportes, sobre todo en la forma armar los equipos y de gestionar. Por ejemplo, creo que es necesario armar un concejo municipal de deportes, que esté integrado por representantes de los clubes, que coordine el deporte federado, y otra área de deporte social que integre a la gente de los barrios y que aproveche el polideportivo pero también los playones y espacios comunitarios, descentralizando las actividades e incluyendo a más chicos y adultos. En Cultura creo que hay que abrir la perspectiva e integrar a personas de todas las disciplinas artísticas, para que todos puedan hacer su aporte. 

Va a haber una profunda reestructuración de las áreas y de los equipos de trabajo. Fundamentalmente creo que hay que revalorizar áreas que son de suma importancia como Contaduría, Comercio, Rentas, Tesorería, que son el corazón de la administración municipal, y que requieren de más estructura y más recursos. El municipio está muy bien presupuestariamente, y yo creo que podría estar muchísimo mejor.
También hay que revisar las cosas que hacemos en los barrios, que los chicos coman bien en los comedores y que llegue la asistencia a los que lo necesitan, y me voy a ocupar de eso personalmente.

**A modo de cierre, ¿hay algo que quieras agregar?**

Ya la elección terminó y seguramente nos chicaneemos un rato más, pero quisiera hacer un llamamiento a que empecemos a tirar todos para el mismo lado. Me comprometí a ayudar a Frigerio y del mismo modo me gustaría que acá, en vez de fustigarme, laburemos y hagamos lo mejor que podemos para Villaguay. 




	




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Adrián Fuertes dialogó días atrás con EL PUEBLO 

“Va a haber una profunda reestructuración de las áreas y de los equipos de trabajo”

“Llegué el sábado por la mañana a Buenos Aires en el primer avión de Aerolíneas Argentinas y ayer (por el lunes) a la ciudad”, repasó al ser entrevistada por EL PUEBLO, “más tranquila” y “liberada”.

Hija de Silvio Tevelez y Marina Garber, actual presidenta y extitular, respectivamente, de la Asociación Israelita Argentina de Villaguay, había viajado al Estado judío a principio de año para estudiar.

“Tuvimos que movernos mucho para conseguir lugares en este vuelo humanitario y salir lo antes posible del país, fue una situación bastante fea”, rememoró.

“Éramos siete argentinos, además de gente de Uruguay, Paraguay, Chile, Costa Rica y Perú”, contó.

**Reacción ante amenazas**

Cuando fue la primera agresión, “estaba en un seminario en el norte del país, donde en ese momento no había problemas y por suerte no me tocó presenciar situaciones extremas”, relató.

No obstante, “poco antes de que me fuera de ahí hubo un toque de sirenas, que por suerte fue una falsa alarma” y, una vez instalada en Tel Aviv, “donde me encontraba encerrada en un hotel, esperando el viaje de vuelta, sonaron dos veces”.

Para estos casos, el protocolo indicaba que “se debía bajar a un refugio antibombas, que hay en todas partes de Israel, que son herméticos y están cubiertos de acero”. Con respecto a este espacio, describió que “podían ingresar entre 40 y 50 personas”, donde “hay que permanecer, por lo menos, 10 minutos desde la activación del alerta” y, “al ser tan cerrado, se torna muy ruidoso”.

“En esos momentos se vive mucho nerviosismo: la primera vez perdí un poco la dimensión del tiempo para llegar al lugar, pero en las otras dos ocasiones fue más sencillo porque estaba dentro del hotel y solamente debía bajar las escaleras”, dio a conocer. 

“Para mí -confesó- era una locura y rarísimo, porque nunca me había tocado estar en una situación similar”, mientras que en su familia “estaban todos muy nerviosos, encima teníamos una diferencia horaria de seis horas y durmieron poco en los últimos días”.

**Plan de estudios**

Su estadía en el Estado judío comenzó el 21 de febrero.

“Cursé un plan, después tuve una semana libre y después otro ciclo, que lo había terminado hace poco: tenía pensado recorrer y volverme el 15 de noviembre, pero esta situación cambió todo”, reveló.

Si bien no se trataba de una carrera profesional, el plan de estudios de esta instancia de formación incluía temas tales como la comunidad judía en general, el judaísmo y el sionismo, “para poder liderar actividades para chicos, como hay en Villaguay”. 

“Fue una experiencia increíble, muy buena y enriquecedora en todos los sentidos”, reflexionó.

**Futuro inmediato**

Egresada en 2022 de la Escuela Secundaria Nº 1 “Leopoldo Herrera”, ahora se debate entre “sociales” y “comunicación” para iniciar una carrera universitaria el próximo año, “pero todavía estoy viendo”, confió. De todas maneras, “me gustaría volver a Israel más adelante, seguir conociendo el país y, en algún momento, tal vez hacer algo allá de lo que vaya a estudiar en el futuro”, anticipó.

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Yael Tevelez fue a estudiar y volvió repatriada

Recién llegada de Israel, joven villaguayense refirió: “Nunca me había tocado estar en una situación similar”

Entrevistado por EL PUEBLO, ubicó su lugar de residencia en la parte norte del territorio: “Todo lo que está pasando se encuentra a dos horas de viaje desde mi casa y hay mucha tensión en el aire”. 

Oriundo de Villa Clara, vivió en Ingeniero Sajaroff durante su infancia y transitó la adolescencia en Villaguay, hasta que vio la posibilidad de radicarse en el Estado judío a fines de la década de 1970.

**Relato del horror**

“Fue todo por sorpresa”, afirmó al iniciar su crudo relato, en el cual planteó que “sería como que a Uruguay se le ocurriera bombardear la Argentina”, buscando trazar un paralelismo.

“El sábado pasado, por la mañana, nos despertamos con la noticia de que entraban autos armados a las poblaciones más pequeñas, ubicadas al lado de la Franja de Gaza. En ese momento, no nos imaginábamos el desastre que sería horas después”, narró.

Haciendo un repaso de las “cosas desastrosas” vividas hasta el momento, mencionó que “quemaron casas con familias enteras adentro” y “asesinaron niñitos”: “Es la primera vez que ocurre algo como esto aquí, donde siempre hubo una suerte de pacto de caballeros dentro del conflicto, pero ahora se fue de las manos”.

“Hay miles de cadáveres -reportó- que todavía no se han podido reconocer porque fueron quemados o decapitados”. Al mismo tiempo, “mucha gente permanece escondida o secuestrada, desde familias enteras hasta el caso de una viejita de 95 años, con demencia, que también se la llevaron”, citó como ejemplos.

En lo personal, “el novio de una hija mía salió corriendo por una ventana, lo capturaron y logró escapar otra vez, pero quedó con lo puesto”, mientras que “a un primo le han incendiado la vivienda”. 

**Con el acero como barrera**

Para protegerse de posibles ataques, tiene un “refugio pequeño ya preparado” dentro de su hogar. 

“Cuando fue la Guerra del Golfo, salió una ley que obliga a construir un cuarto de aproximadamente 3,5 metros por 3,5, con paredes de hormigón armado y varias capas de hierro que suman 30 centímetros de grosor, al igual que en pisos y techos”, describió. 

A su vez, las aberturas de esta estructura también cuentan con medidas de seguridad extremas: “Las ventanas son de acero de 2 centímetros de espesor y las puertas del mismo material con un aparato que restringe la filtración de gases”. 

“En caso de terremotos, se supone que estaría en condiciones de protegernos”, señaló, dando cuenta de su resistencia. 

Quienes viven en Israel “saben que siempre deben tener una reserva de víveres por cualquier cosa que ocurra, como alimentos secos y botellas de agua”, apuntó como dato.

Cuando se avecina un atentado, “generalmente el sistema de radares detecta la dirección del cohete, se activan las sirenas en la zona indicada y hay que refugiarse lo antes posible”.

“No pienso en irme, ya estoy grande para eso”, sostuvo.
 
**“Unión” en medio del caos**

“Caos”, “dolor” y “miedo”, son las sensaciones que reinan en Israel por estas horas, pero también “unión”.

“El país está muy hermanado pensando en estar todos juntos y ganar la guerra, porque nadie entiende cómo se ha llegado a semejante nivel de bestialidad: ya no hay partidos políticos, región ni raza, como tal vez sí había hace unos días”, referenció.

Frente al escenario descripto, valoró que “la gente está donando sangre por cantidades impresionantes, los restoranes han abierto especialmente para cocinarles a los soldados que están yendo al frente y otras personas entregando ropa”.

“¿Qué va a pasar? Realmente no lo sabemos. Entendemos que la guerra será muy larga y que cuando termine ya no volverá a ser el Israel de antes”, reflexionó sobre el futuro. 

“Queremos vivir tranquilos, no queremos una guerra”, concluyó.

**Lazos de aquí y de allá**

Aprasoff nació hace 69 años en Villa Clara. Cuando su padre Santiago fue a Buenos Aires para estudiar medicina, él se quedó junto a sus abuelos en Ingeniero Sajaroff, donde vivió su infancia. 

De adolescente, se mudó a nuestra ciudad junto a su padre y su madre, Felisa Zepeñuk. Hizo la primaria en la escuela Nº 1 “Bartolomé Mitre”, mientras que los estudios secundarios los cursó entre el Comercial de Villa Domínguez y el entonces Colegio Nacional “Martiniano Leguizamón”.

“Fito” tiene tres hermanas: Iris (vive en Clara), Claudia (en Villaguay) y Marta (en Israel).

Con su esposa, la colombiana Bella Nimerovsky, tuvieron a Jonathan, Ronny y las mellizas Ricky y Rinat.

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Desde su refugio de acero, la palabra de “Fito” Aprasoff 

“Hay mucha tensión en el aire”: crudo testimonio desde el corazón de Israel

EL PUEBLO dialogó con ellas, quienes compartieron entrañables acciones y recuerdos de las décadas más recientes de la entidad.
Una liga solidaria

Durante sus 70 años de vida, la Liga se conformó por mujeres de reconocidas familias de Villaguay, que destinaron su tiempo y sus vínculos para emprender actividades benéficas y dejar su aporte solidario a la comunidad, siempre vinculadas a la parroquia Santa Rosa de Lima, y con el asesoramiento de su párroco.

Entre las acciones que dejaron una huella en la ciudad, se recuerdan sus incansables gestiones para lograr la creación de la Escuela Guido, y el impulso y la organización de lo que se conoció como “el Roperito Infantil”. Aunque también, entre sus tantas tareas, se ocuparon de asistir con comida a los más necesitados, de agasajar a diferentes personas, e incluso, de brindar un recordado servicio de catering en diferentes eventos.

La entidad era dirigida por sus socias, quienes renovaban sus autoridades cada 3 años. Algunas de las mujeres que la presidieron fueron Antonia Gattini de Donadio, Carmen O. de Schroeder, Iris Tauber de Bidegorry, Nélida Fabre de Cuevas, Helena Gacía de Prudkin, Vilma Milani de Barco, Teresa Blanc de Protto, Laura Iturraspe de Nogueira, Teresa Schroeder de Negri, Nélida Maffioly de Giacomino, María Elena Treboux de Baccaro, Elsa López de Cabrera y Delia Treppo de Lemole.

**El testimonio de Laurita y Malena**

El jueves por la tarde, en una amena charla, Laura y María Elena, “Laurita” y “Malena” tal como se las conoce en Villaguay, a través de cuadernos y libros de actas, entre fotos y revistas católicas, fueron desandando historias y anécdotas, y compartieron con EL PUEBLO algunas de sus vivencias en las últimas décadas en las que funcionó la Liga, que discontinuó sus reuniones luego de la fatídica pandemia de Covid en 2020.

 “Recién casada, vino el padre Lavini a casa, y me preguntó si quería presidir la Liga de Madres de Familia. No podía decir que no, es un honor que te hacen. Acepté, por supuesto”, contó Laura, quien fue presidenta en 2 períodos. 

“Lo más importante que hicimos fue la creación y la gestión de la escuela Guido. Ahí pusimos el pulmón todas. Nadie aflojó. Teníamos muchas ganas de hacer cosas. Luego con los años nos fuimos poniendo grandes y costó renovar la comisión”, relató.

“Hemos atendido un montón de eventos con el catering, lo hacíamos a beneficio de nuestra institución, con ello podíamos ayudar a la escuela”, explicó Malena.

Y en ese sentido, agregó Laura: “Era un ambiente muy agradable, nos acompañábamos entre todas, y nos divertíamos mucho, sobre todo los primeros años”.

Según contaron, se reunían una vez por semana. Durante muchos años su sede fue un salón al lado de la parroquia, y luego lo hacían en la escuela. 

Malena mostró con emoción un libro de actas, de los últimos años, en donde registraron todas las reuniones, tareas y acciones que desarrollaban, junto con fotos, imágenes, recortes de diarios y textos de la iglesia. 

Con orgullo, contó: “Llegaba fin de año, y nos repartíamos una escuela cada una, y participábamos del acto de colación. En cada institución de la ciudad había una de nosotras. Allí entregábamos un regalito al que había sido elegido mejor compañero”.

También preparaban escarpines y los obsequiaban a las embarazadas que asistían a la misa mensual que se hacía en la parroquia Santa Rosa. Además, todos los 1º de enero agasajaban al primer niño nacido en el hospital, y le entregaban presentes.

Visitaban el Hogar de Ancianos y el hospital, en donde acompañaban a las familias con sus oraciones, “siempre que la familia lo autorizaba”, aclararon. 

Hacia adentro de la comisión, siempre había tiempo para homenajear a sus integrantes: se celebraban cumpleaños de las socias, e incluso se recordaban a través del diario cumpleaños y aniversarios de casamiento de cada familia.

Otra memoria que rescataron fue el programa de radio que hacían en LT27 “La Voz de Montiel”, los viernes por la tarde, que les permitía intercambiar con toda la comunidad.

Además de todas las tareas que realizaban, también se encontraban a tomar el té y compartir momentos que evocaron como “los más lindos”. “Lo hacíamos bastante seguido. A veces nos quedábamos hasta las 8 de la noche o 9. Se creó una cierta amistad entre todas nosotras”, narraron, mientras los años, los recuerdos y las ausencias sobrevolaban la tarde. 

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Fue integrada por mujeres de reconocidas familias villaguayenses

La Liga de Madres: la solidaridad como principio

“La educación se rehace constantemente en la praxis”, afirmaba Paulo Freire, y por ese camino recorre Ana su historia de intensa actividad y compromiso con la escuela.

**La “profe” de Lengua**

Es maestra normal nacional y Profesora de Lengua, Literatura y Latín. Luego de recibirse en Concordia, en 1973 una compañera le ofreció unas horas en lo que hoy es el Instituto La Inmaculada, “y ahí nomás me subí a un auto y me vine”, cuenta. 

Sobre esos comienzos, relata: “Vivíamos 5 maestras enfrente a lo del Dr. Guido, por calle 9 de Julio, en lo que habían sido los consultorios de su padre. Nos daba de comer María Siede, la señora que vivía al lado y hacía viandas”. 

Allí trabajó durante 25 años, en los primeros tiempos en lo que se denominaba “escuela intermedia” en 7º, 8º y 9º grado, de lo que ahora es la escuela “Mariano Moreno”. Muy poco tiempo después, en paralelo comenzó a desempeñarse en la Escuela Técnica Nº 1 “Conrado Etchebarne” en donde permaneció hasta 2005, año en que se jubiló, con 34 años de servicio en sus espaldas.

También fue profesora en otras secundarias, y dio clases durante 14 años en nivel superior, en la Escuela Normal Superior “Martiniano Leguizamón”, en donde formó a estudiantes de profesorado de Nivel Inicial y Enseñanza Primaria.

Sobre el cambio en la didáctica y en la práctica educativa a lo largo de su trayectoria como docente, expresa: “desde que empecé hasta hoy lo viví naturalmente, navegando, adaptándome al contexto”. 

**Su experiencia como directiva**

Cuenta que fue rectora por poco tiempo y lo recuerda como un momento maravilloso, “corriendo la línea todo el tiempo”. En 2001 asumió el cargo en la Secundaria Nº 10, que en ese momento dictaba clases en la escuela municipal “Remedios de Escalada de San Martín”. Allí, recuerda, se encontró con “los chicos muertos de hambre, con un montón de problemáticas, pero que no faltaban nunca”. 

Con los pocos recursos y el espacio que tenía, y la ayuda del cuerpo docente, comenzó a reorganizar la escuela. “Íbamos a las 7 de la mañana, abría las cortinas y los chicos estaban duros, quietos, ‘¿serán tan buenos?’, pensaba yo, pero no, eso era hambre,y para las 10 ya no había con qué sostenerlos”, narra. 

Consiguió un fondo que al principio les alcanzaba para un sándwich para cada chico, pero luego ese monto solo le rendía para comprar pan, así que se organizó con los profesores y les preparaban mate y pan para que a media mañana los estudiantes pudieran ingerir algo.

Junto con la compleja situación social de los alumnos, había que solucionar problemas pedagógicos y didácticos, para los que diagramó reuniones en donde ponían sobre la mesa las planificaciones y buscaban en ellas objetivos en común, y a partir de allí trabajaban con ese horizonte.

Explica que había esperado mucho ese momento de ser directiva, que buscó siempre cierta horizontalidad respecto a sus colegas, con los que compartía todos los momentos. Cuando cerró su ciclo allí, recaló en AGMER,en donde estuvo sus dos últimos años de carrera. 

**La actividad gremial**

“Llevo 30 años como gremialista”, afirma con orgullo. “Fui una de las que empezó la construcción de AGMER con Clelia Lavini y otras personas, mientras en paralelo también trabajaba la gente de Colón. Fue en silencio, tímidamente, durante los últimos años de la dictadura”, evoca. 

En el sindicato de los docentes, su responsabilidad mayor la ejerció entre 2003 y 2005 cuando integró la Comisión Directiva a nivel provincial. “La actividad gremial me dejó todo, aprendí muchas cosas, a tener cintura, a defender mis derechos y los de mis compañeros”, sostiene. 

**La escuela y la construcción del afecto**

“Entre los afectos que tengo en mi vida, además de mi familia y mis 3 hijos, están mis alumnos. Para mí un alumno es intocable”, dice, y explica que su vínculo era muy profundo pero no era personal: “no les preguntaba si estaban de novio, ¡pero había una construcción del afecto tan fuerte!”. 

 “La secundaria en mi vida es fundamental, me divertí tanto. Yo soy divertida naturalmente, soy mona, loca de piso, y adoro tener cerca a los jóvenes. No admito esos que dicen ‘los jóvenes de ahora…’ No, no. Yo digo: nosotros, los docentes de ahora.”

“Educar es mucho más que enseñar las células”, resalta, “la escuela tiene políticas para implementar”. Siente que la profesión le dejó todo, ama la institución con todos sus componentes, y piensa que “tiene que ser alegre, no puede ser solemne, rígida. La rigidez conmigo no va”.
Las clases particulares, su presente

Ana recibió a esta cronista en el escritorio en donde aún hoy sigue dando clases particulares. Allí, entre libros, cuadros, lápices y una pizarra en donde cuelgan afiches con palabras en francés –el idioma que está estudiando por estos días–, prepara a estudiantes de secundaria y profesorado, y también colabora con docentes que tienen proyectos institucionales y de gestión. Hace algún tiempo tiene como alumno a un niño de primaria, por primera vez: “me divierte probar cosas, yo le abro el bolsillo y le pongo palabras. Adoro enseñar”.

**Su historia y sus pasiones**

Nació en Santa Fe capital hace 75 años, y a los 6 se vino con su familia a Entre Ríos. Hizo toda su escolaridad, hasta el profesorado, en Concordia, hasta el ‘73, cuando se mudó a Villaguay. 

Cuenta que la docencia llegó como un mandato familiar, pero después se convirtió en todo para ella: “Miraba la escuela desde afuera, no integrada, distraída quizás. Pero cuando me tocó aprender las materias didácticas, pedagógicas y la filosofía, ahí volé”. 
 
Aquí conoció a Adolfo Lucca, “Fito”, su gran compañero y padre de sus 3 hijos: Hernán, Gabriel y Juan. Era el jefe del internado de la escuela “J. J. Urquiza”, y lo conoció a los pocos días de llegar nuestra ciudad, a través de un grupo de teatro al que él pertenecía junto a Teresita “Techy” Viana y Raúl “el Turco” Jaluf: ellos fueron nuestros amigos toda la vida, nuestros hijos se criaron juntos”. 

**Se casaron en enero del ’75 y son abuelos de 5 nietos**

Además de toda su actividad, Ana dibuja y pinta desde muy pequeña. Lo hizo formalmente por 5 años pero nunca expuso, vendió o regaló sus más de 60 cuadros: “Me gusta el arte, dibujar cuerpos, brazos, agarrar una carbonilla y dibujar mi mano. Me encanta pero tengo claro que no soy una artista y que tengo un techo”. 

Afirma que su cabeza está siempre en actividad, que escucha música y ve televisión, y fundamentalmente, que le interesa muchísimo la política, “todo lo que hacemos es política”.

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En febrero junto a su familia y su querido amigo Raúl Jaluf 

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Junto a sus alumnos de "La ILI" en una representación de "La zapatera prodigiosa" de Federico García Lorca, en la escuela "Mitre", en 1982.

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Ana Bertinat de Lucca: “La escuela tiene que ser alegre, no puede ser solemne. La rigidez conmigo no va”

Desde nuestra ciudad, lleva adelante desde hace 3 años un proyecto solista en el que se incluye “Padre”, su última canción estrenada el jueves pasado en todas las plataformas digitales. EL PUEBLO dialogó con él, quien contó sobre su arte y sus proyectos.

**“Voy forjando yo mi huella y es tu luz la que me guía…”**

“El proyecto solista que estoy haciendo consta de 3 álbumes digitales o EP, de 5 o 6 temas cada uno”, contó Lautaro, y agregó: “Quería hacer una trilogía familiar, que fue una idea que tenía hace mucho tiempo, y por suerte se dio, así que estoy muy contento y muy agradecido”. 

El primer álbum se llama “Madre”, y está disponible en todas las plataformas digitales. El videoclip de la canción que da nombre al disco fue grabado con su mamá, es del género freestyle y lo hizo de la mano de MC Producciones y Studio Play Records. Se publicó en 2020 y tiene más de 1800 vistas.

**“Quiero darte esta hermosa melodía / tú eres esa compañía que me mira desde arriba”**

“Ahora es el turno de ‘Padre’, del que ya tengo 3 temas, y es mi segundo álbum. El tercero se va a llamar ‘Hermano’, que va a salir seguramente el año que viene”, expresó “el Tano” con orgullo.

El tema se estrenó ayer en las plataformas y redes sociales. “Fue grabado en Studio Play Records, del amigo Cristian Carrero, y la producción audiovisual de HFLAY, de Villaguay”, explicó.

“El video se grabó en el Museo Histórico a principios de agosto, y a ellos les agradezco mucho la posibilidad”, dijo Lautaro. Sobre la repercusión, sostuvo: “Estoy muy contento, circuló mucho entre los amigos, la familia y un montón de gente que me conoció por mí música y me apoya. Hay muchas personas a las que el tema les tocó, porque extrañan a su padre y se sienten identificados. Esa es mi idea, me gustaría poder dejar una huella musical en este paso por la tierra”. 

**“Escribo en prosa para describir lo desprolijo que soy cuando pienso en tí”**

Lautaro nació en Villaguay en 1989, y desde los 18 años que hace música. Es autodidacta y las primeras canciones que compuso fueron de folclore. 

Es autor y compositor de todos sus temas. Generalmente compone en la guitarra, y una vez armada la estructura, en el estudio se crea el instrumental, “el beat”.

A la par de su proyecto solista, “el Tano” es músico sesionista, y graba guitarra o bajo para bandas que lo contratan. Además, toca en dos bandas: Caio y sus chamameceros y K-Bian.

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El jueves estrenó “Padre”, su último videoclip, en las plataformas digitales

Tano Duartes y el rap como forma de dejar una huella

Con 80 años, sigue dando clases particulares, y ejerciendo con amor y compromiso la profesión a la que, afirma, le dio su vida.
Villaguayense distinguida

En 1961 se recibió de maestra normal nacional en el entonces Colegio Nacional “Martiniano Leguizamón”, junto a un numeroso grupo del que muchos ya no están. Hasta el día de hoy, cuenta, se sienta a tomar el té con sus quienes siguen siendo sus amigas: Sarita Manzato, Lidia Torriani, Estela Crosa de Gabirondo y Norma Lifschitz.

En 2021, en el marco de las celebraciones por el Día de la Mujer, fue reconocida por la municipalidad con la distinción “Mujeres destacadas” por su trayectoria educativa.

**La docencia, su vida**

“Empecé a trabajar en el ‘64”, dice, y de inmediato comienza a nombrar a sus alumnos de esa primera camada. 

“Trabajé en la escuela Nº 84 de Villa Clara entre el ‘64 y el ‘65. En el ‘66 hice una suplencia en la escuela Nº 87, que era 71 en ese momento” explica, y evoca: “Yo lo tenía a Alejandro recién nacido, y mi papá y mi hermano Oscar me lo llevaban en auto para que yo le diera de mamar en los recreos”. 

Tiempo después se hizo titular en el campo, y estuvo 4 años en Lucas Norte, en la escuela “Chacabuco”. En 1970 titularizó en Villa Domínguez, y estuvo allí durante 10 años. “En el ‘80 me vine a la Escuela “Mitre”, hasta el 94 que me jubilé, afirma Susana, y la satisfacción del camino recorrido le dibuja una sonrisa.

**Enseñar: herencia, elección y vocación**

“Yo elegí la docencia”, expresa. Evoca entonces a su mamá, quien “era excelente maestra, y siempre nos inculcó y nos enseñó”.  Recuerda que Blanca viajaba a Buenos Aires a aprender cursos de gramática estructural y de matemática moderna, y que se perfeccionaba constantemente. 

Susana heredó ese deseo de aprender, de actualizarse, y de compartir su saber con otros. “Siempre fue mi vocación –cuenta–, con decirte que 10 años atrás tenía ganas de empezar el profesorado de Historia. Al final no lo hice porque se estudiaba a la noche, y era muy tarde para mí. Me encanta estudiar, saber, y voy a todas las conferencias, presentaciones de libros y esas actividades, siempre que puedo”.

Cada institución que menciona viene acompañada de un enjambre de nombres que señala, uno a uno, como un ejercicio de memoria que le ayuda a mantener su mente en movimiento y sus recuerdos cerca del corazón.

“¡Qué no me voy a emocionar! Cuando me jubilé, me entregaron un diploma en el colegio nacional y fue todo este grupo de ex alumnas mías”, explica mientras muestra una foto de ese momento. 

**Las clases particulares, su pasado y su presente**

Hasta hoy, sigue recibiendo en su casa alumnos a los que acompaña y prepara. Durante los años de la pandemia, registró en un cuaderno, año por año, todos sus estudiantes de particular: “Cuando me puse a pasar en limpio, mi marido me cargaba y me decía ‘¿Qué tanto te mandás la parte con tus alumnos?’, y yo, orgullosa, fui poniendo las profesiones: anestesista, ingeniero, abogado… Tuve alumnos que fueron nietos de alumnos míos”, cuenta.

“Le di mi vida a mi profesión, y no sabés cómo me ayuda a pasar los días. Me siento a pasar los cuadernos de los chicos, a hacerle los ejercicios. Sigo dando clases porque eso me mantiene viva, me compro libros, me actualizo, y a veces los chicos me enseñan cosas, como por ejemplo a usar el celular”, relata.

“He pasado horas armando un juego para tirar con dados, y que a partir de eso puedan resolver cuestiones matemáticas y de comprensión de textos, o jugar al tutti frutti con los sustantivos, agarrar un mapa de Villaguay y buscar los nombres de las calles, y buscar países, patriotas, ríos, cosas para engancharlos, para que lo disfruten”, explica, con una didáctica que fue adaptando a los diferentes contextos y épocas.

**Lucas Norte, Villa Clara y Villa Domínguez**

Trabajar en el campo era algo que requería mucho sacrificio, y que le dejó hermosos recuerdos: “Estábamos en una habitación con Teresita Elizalde, y yo tenía a mi hijo Alejandro chiquito, en una cama marinera. En otra habitación había dos compañeras más. Son experiencias que no olvido más”, sostiene, y agrega: “Me hice amiga de Nelly Portela de García, y era de la familia, me recibían en su casa. ¿Sabés lo que era hacer dedo a las 6 de la mañana con mi hijo chiquitito, en camionetas atrás con el frío, inundarnos? Tengo miles de anécdotas”.

Para ir a Villa Clara, cuenta, viajaba por los campos que están después de la escuela “Urquiza”, y otras veces en el coche motor que iba a Concordia: “Yo daba clases de tarde, y me iba a las 6 de la mañana con la “Techy” Viana, Rosamel Cosentino de Aubry, con Susana Briozzo, paraba en lo de Luisa Arpí de Catvin”. 

El año pasado le hicieron un emotivo homenaje a su esposo en el Hipódromo. Allí, estaba con su hermano Oscar y su esposa, y recuerda: “miro para el costado y estaban el ‘Pocho’ Portela, ‘Carlitos’ Corzunsky, una cantidad de alumnos míos de Lucas Norte, y en eso viene uno y me abraza de atrás y me dice: ‘¡mi maestra querida!’, ¿sabés quién era?, ‘Juancho’ Romero, el intendente de Domínguez”.
La escuela “Mitre”

“Para mí llegar ahí fue como tocar el cielo. Cuando me llamaron se me llenaron los ojos de lágrimas. Mi papá, los 6 hermanos Miranda, mi marido y todos los Etcheverry habíamos sido alumnos de la escuela. Mi mamá también había sido maestra ahí hasta que se jubiló”, repasa mientras busca entre sus fotos una en la que lee un discurso, otra con su última camada. 

**El amor de sus alumnos**

“Me acuerdo de todos y cada uno de ellos, que fueron miles. Me los encuentro en cada lugar al que voy, y todos vienen a darme un beso. Una vez una mujer en el sanatorio me dijo: ‘Ay, señora, ¡qué manera de conocer gente’, y le dije ‘¿Cómo no los voy a conocer si todos han sido alumnos míos!’”, relata y ya su sonrisa es enorme. Aunque, aclara: “Son tantos, que a veces viene alguno y me abraza, y tengo que preguntarle ‘¿quién sos?’”.

**Su familia**

Nació en 1942, en el seno de una familia tradicional de Villaguay. Es hija del recordado doctor Justo José Miranda y de la docente Blanca Izaguirre. Creció junto a sus 5 hermanos, Martha, María del Carmen, Justo José, María Cristina y Oscar, en su casa de calle Ramírez.
Se casó con Hugo Etcheverry, que falleció hace pocos años y a quien amorosamente recuerda en cada una de sus palabras y sus miradas. De su matrimonio con “el Gringo” nacieron dos hijos, Alejandro y Valeria, 4 nietos y 2 bisnietos.
 
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El cuaderno en donde durante la pandemia registró a todos sus alumnos 

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 Durante un acto en su querida Escuela "Mitre"

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Junto a sus colegas de la Escuela "Mitre" en los años 80, cuando Yolanda Antonini

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La última promoción de alumnos que tuvo, en el año 1994, antes de jubilarse



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Susana Miranda de Etcheverry: “Sigo dando clases porque eso me mantiene viva”

Para conocer más detalles de la obra, EL PUEBLO entrevistó a su autor, quien contó que nació en nuestra ciudad en 1952, fruto del matrimonio de dos reconocidos vecinos, Adolfo Banchik e Ida Perman.

“Cursé mis estudios primarios y secundarios en la Escuela Normal Superior Martiniano Leguizamón, que por esa época era conocido como el Colegio Nacional”, recordó Pedro. “Luego con 17 años me fui a vivir a California, en Estados Unidos, y después me recibí de ingeniero químico en la Universidad Tecnológica Nacional de Rosario”, agregó.

Sin las pretensiones de un cineasta, en el 2005 comenzó a preparar un documental como tributo a su familia, con motivo de la celebración del centenario de la llegada a Argentina de sus antepasados.

“Ya en el 2001 mi papá me había encomendado la tarea de realizar un evento para juntar a todos los descendientes de la familia de mi bisabuelo, Elías Banchik, que llegó en 1905 a nuestro país”, explicó.

Recordó también que esa reunión se llevó a cabo el 15 de octubre de 2005 en Ituzaingó, provincia de Buenos Aires, de la cual participaron casi 400 personas. “Fue un muy emotivo reencuentro. Llegó gente que hacía años no se veía y otros directamente no nos conocíamos, y cada uno de los participantes se llevó una copia de la película”.

**“De Bessarabia a Entre Ríos”**

Según explicó Banchik “la idea original era realizar un video de pocos minutos para compartirlo con los invitados durante el almuerzo”, pero en el transcurso de la investigación y la recopilación de datos históricos rastreando las huellas de los orígenes de su familia, el tema lo apasionó y comenzó a llevar una tarea minuciosa escrutando cada dato en el Archivo General de la Nación, el Centro de Estudios Inmigratorios o el Museo y Hotel del Inmigrante, entre otros.

“No tenía noción de cómo se hacía una película documental, Fui a los tumbos hasta que luego de 5 arduos meses de trabajo terminé realizando una película de dos horas”. “Luego de la fiesta la cinta se esparció por el mundo y al poco tiempo comenzaron las repercusiones ya que fui invitado a participar en festivales donde se exhibió”, comentó.

El ingeniero contó que el film relata la saga de una familia judía que tuvo que emigrar a la Argentina hace casi 120 años. Por eso, en la primera parte se da un sintética descripción de la historia del pueblo judío, desde la destrucción del Templo de Jerusalem, hace 2.000 años, hasta la actualidad, acentuando el momento que transcurren en el siglo XIX en la Rusia zarista, donde se ubicaba Bessarabia, una región del sureste de Europa Oriental.

Si bien el documental se centra en la historia personal de su familia, Pedro destacó que las vivencias que se relatan también fueron vividas por otros inmigrantes que llegaron a suelo argentino en condiciones similares, tales como los alemanes del Volga, franceses, holandeses, belgas, italianos, españoles y árabes, quienes forjaron y colaboraron al crecimiento de nuestra provincia.

**Reconocimiento y trayectoria del documental**

Pedro contó que la película fue re adaptada a un formato más corto de duración, quedando de 93 minutos. Además ha sido subtitulada en 7 idiomas, y que ha  peregrinado por distintos festivales internacionales de cine visitando lugares como: Punta del Este y Montevideo en el Uruguay, Santiago de Chile, San Pablo en Brasil, Ashkelon en Israel, Toronto en Canadá, las ciudades de Chicago y Las Vegas en los Estados Unidos, Trieste en Italia; Belgrado en Serbia, Bucarest en Rumania, entre otros.

El documental fue declarado de Interés Cultural y Parlamentario por el Senado nacional, de Interés Cultural por la secretaría de Cultura de Entre Ríos y por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, en el Día Mundial de la Diversidad Cultural. Además, fue incorporado al Archivo Histórico del Museo de la Diáspora en Tel-Aviv, Israel, y declarado documento universal, por el Museo del Holocausto de Jerusalén, Israel.

También recordó que en nuestra ciudad se estrenó en diciembre del 2006, en el cine teatro Emilio Berisso, pero lamentablemente en ese momento el evento no tuvo mucha difusión y él pasaba por un momento muy complicado en lo personal, pues hacía muy poco tiempo había fallecido su papá.

El ingeniero invitó a participar de la nueva presentación de su obra. La primera de ellas se realizará en la Escuela Normal Superior "Martiniano Leguizamón" el jueves 12 de octubre. Al día siguiente, a las 19:30, la cita será en el centro de convenciones “Papa Francisco”, con entrada libre y gratuita.

“Soy una persona universalista. Me importa la gente que tiene el ímpetu por hacer cosas, independientemente de su religión o bandera política. La diversidad enriquece la cultura de los pueblos y es por esto que debemos integrarnos, pues nada haremos estando separados. Voy a continuar  bregando por la integración de las culturas”, reflexionó para concluir.

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Pedro Banchik, su autor, dialogó con EL PUEBLO

El próximo mes se reestrenará el documental “De Bessarabia a Entre Ríos”

Actualmente, el profesional preside la Cámara Sanatorial Centro y Sur de Entre Ríos (conformada por su centro médico privado, los dos de Concepción del Uruguay y los tres de Gualeguaychú) y es parte activa de la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Entre Ríos (Acler).

A su vez, recientemente se sumó al grupo Salud Federal, que nuclea a 130 sanatorios de todo el país, “que se está posicionando a nivel nacional sobre las realidades que afronta cada provincia y respecto a un común denominador como es el PAMI”, describió.

**Entre “dificultades” e “incertidumbre”**

Lafourcade calificó al actual contexto como “muy difícil” y anticipó “mucha incertidumbre” para las empresas de salud de cara a los próximos meses.

“Los dos últimos años vienen siendo de los peores para el sector, como lo han sido para la economía en general”, afirmó, adjudicando esta situación a la “inflación” y la “falta de actualización de valores de los convenios prestacionales”.

Los insumos médicos, ya sean descartables o medicamentos, “se han disparado muchísimo”, indicó. “Algunos elementos de prótesis y ciertos materiales específicos comenzaron a escasear hace unos meses, pero lo fuerte se dio en las últimas semanas con la devaluación y la suba del dólar después de las elecciones primarias de agosto”, precisó luego.

“Si bien es cierto que se han restringido mucho las importaciones, creo que también hay droguerías o laboratorios que no quieren proveer porque no saben el costo que les significará la próxima reposición de mercadería”, dejó planteado.

En este escenario, “en el último tiempo han faltado materiales muy sencillos como agujas, jeringas y guantes de látex, como recuerdo que ocurrió en los primeros tiempos de la pandemia”, refirió.
“Ni hablar de medicamentos de alto costo”, acotó.

**“Contacto permanente” con proveedores**

Frente al contexto descripto, el titular del Sanatorio Americano manifestó su “conformidad” por el hecho de tener “las cuentas al día”. 
“Estamos acostumbrados, como los colegas del sector, a ir en contra del viento y remar en dulce de leche, con mucho apoyo del personal y compromiso de los profesionales locales”, destacó.

No obstante, se mostró preocupado por otras clínicas de la provincia que “están con problemas impositivos porque no han podido cumplir con planes de AFIP o ATER” y, en esa línea, anunció que se gestionará, de manera conjunta, una declaración de emergencia “para que sus deudas no sean ejecutables y así no se inicien causas judiciales”. 

Volviendo al plano local, “estamos en permanente contacto con proveedores que tienen bastante stock y hemos hecho compras significativas de algunos insumos para estar bien abastecidos por tres meses”, informó, buscando transmitir “tranquilidad” a sus pacientes.
“Tenemos material de prótesis disponible para urgencias y día a día tratamos de que se cumpla la entrega para las fechas de las cirugías programadas, lo mismo para los tratamientos de diálisis”, concluyó.

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Entrevista al doctor Juan Lafourcade, director del Sanatorio Americano

Crisis, incertidumbre y escasez de insumos: un referente local de la salud tiene la palabra

EL PUEBLO se acercó al centro de convenciones y dialogó con ellas.

Tiziana nació en Salta en 2008, y 10 años después, gracias a la aprobación de la ley de identidad de género sancionada en 2012, pudo cambiar su nombre en su documento, convirtiéndose en la primera niña trans en hacerlo en su provincia, y también una de las primeras en el país. Su historia se hizo conocida muy pronto y llegó a los medios nacionales, en donde tuvo una inusitada repercusión.

Luego de un largo viaje, que comenzó a las 14 horas del jueves en Salta, para arribar a las 8 de la mañana a Paraná, y luego desde allí en auto hasta nuestra ciudad, en donde participaron del Encuentro y relataron sus vivencias. 

En la charla con esta cronista, Graciela contó que llegaron a Villaguay gracias a Alejandra “Ale” Elcura, quien se desempeña en el área provincial de Políticas de Identidad de Género y Diversidad Sexual.  “Ella es la que siempre nos invita, ya vinimos una vez cuando se hizo el encuentro en Gualeguachú, y por Valentina Vinzón también, nos conocemos hace muchos años. Venimos con gusto, nos encanta poder contar nuestra historia y poder ayudar”, expresó

Durante el día sábado, tuvieron la posibilidad de encontrarse con otras familias de la diversidad de Villaguay. Tiziana dijo que fue un momento muy lindo porque  “construimos, podemos ayudar y apoyar a otros chicos, lo vemos que lo pueden hacer fácil y nos pone contentas porque estamos luchando para eso”.

Entre las experiencias que compartieron, Tiziana relató: “nos encontramos con un chico trans de acá, que tiene 12 años y que ya empezó su transición hace un año y medio”. A esto, Graciela agregó: “ver a su mamá que lo apoya y lo mira con tanto amor para nosotras es hermoso, porque pensamos que toda la lucha que dimos vale la pena. También conocimos a otra que tiene dos hijos trans. Es muy fuerte oír todo eso, y es lindo escuchar esas experiencias y poder acompañar, porque enriquecen la nuestra”.

Tiziana cumplió en febrero sus quince años. Ante la pregunta de si tuvo su celebración, su gran sonrisa le ocupa todo el rostro: “¡Obviamente! Hicimos la fiesta, tuve mi vestido que me lo regaló una chica trans que es militante y que nos apoya mucho a mí y a mi mamá. Ella conoce la ley y es mi madrina, es como mi segunda madre, fue la que nos dio una mano enorme con el vestido, y la decoración. Tuvimos colaboración de todas las chicas, porque como no teníamos mucho dinero para organizarlo…”

Y su mamá completó: “recibimos ayuda de un montón de gente: una pagó el salón, otra el DJ, la decoración, y así. Yo había dicho que no lo íbamos a hacer, porque era muy difícil, y todas saltaron y dijeron ‘¡No!, ¡cómo no le vas a hacer nada a Tiziana! ¡Es la primera que puede festejar sus 15!’, y ahí empezaron a organizarse, todas hicieron su aporte y salió hermoso”.

Entonces la joven explicó que no entró a la fiesta del modo en que se hace tradicionalmente, con sus padres, “sino que me acompañaron las dos militantes que me ayudaron a dar los pasos para ser la persona libre que soy hoy”.

También contó que está en tercer año de la secundaria, y que cuando termine le gustaría estudiar el traductorado en inglés. “También quisiera tener mi propia fundación, para poder ayudar a otros chicos que están sin comida y sin vivienda”, afirmó.

Respecto a cómo vivieron estos años luego del cambio de DNI de la niña, Graciela manifestó: “Lo primero fue aprender. Yo era una ama de casa que me dedicaba a cocinar y criar mis hijos, y la que revolucionó todo eso y que sacó de adentro mío cosas que yo no conocía fue ella”.

Relató entonces que ese aprendizaje le sirvió para asistir a otras personas: “siempre le hablo a las mamás y a los papás, porque yo lo afronté casi sola, y me costó mucho, por eso quiero con mi experiencia tratar de allanarles el camino y darles herramientas. El cambio fue para las dos, pasé a ser una militante, una leona que salía contra todo a defender a su hija”.

“La transición fue más mía que de ella –sostuvo entre risas– Ella dijo ‘yo soy esto’, y ya está”. Además, como un mensaje para otras familias que viven una situación similar, expresó: “Lo más importante es el amor y el respeto, escuchar y acompañar la decisión de tu hijo o hija. 

Cuando ellos se sienten acompañados tienen mucho más valor para enfrentar y decir lo que están sintiendo. Eso es lo que necesitan los niños y niñas que pertenecen a la diversidad, no solo las infancias trans, amor y ayuda para poder ser felices”. 

Graciela también aclaró que es muy importante buscar asesoramiento. “El psicólogo nos ayudó mucho a comprender lo que le pasaba a Tiziana”, afirmó, y sobre esto agregó que “es muy difícil elegir porque no todos los profesionales están preparados para estos temas. En Salta recién ahora hay una pediatra con perspectiva de género, que se dedica a las infancias y adolescencias trans. No es fácil, pero de a poco vamos cambiando esto”.

Por último, EL PUEBLO le preguntó a Tiziana qué le diría a un chico o una chica que está en esa búsqueda y no sabe cómo seguir adelante. Con seguridad, respondió: “que busquen apoyo, que sigan al lado de sus padres, si no cuentan con ellos que busquen compartirlo con los que ya pasaron por esto, y que no dejen de luchar por su identidad y por su sentir”. 



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Fue una de las primeras en realizar el cambio de identidad de género 

Tiziana Contrera, la niña trans salteña, visitó Villaguay junto a su mamá

Entre las numerosas propuestas coordinadas o patrocinadas por las diferentes direcciones municipales, este informe se centra la programación del área durante el mes de septiembre.

Antes de enumerar las próximas actividades, el funcionario explicó que desde el municipio se brinda apoyo a los distintos eventos artísticos y culturales que se vienen desarrollando, particularmente este año, y que de ese modo continuarán, ya que muchas de ellas, como por ejemplo las academias de danzas, se han abocado a celebrar y ser partícipes de la agenda del bicentenario. 

“Muchos de estos espectáculos surgen como iniciativa de personas privadas, y desde el ente público trabajamos para apoyar su desarrollo. Muchos de ellos son con entrada libre y gratuita, y eso demanda un gran costo, por eso es que apoyamos desde la municipalidad”, explicó. 
“Hemos crecido muchísimo como municipio, se puede ver en la alta demanda de hotelería los fines de semana la cantidad de turistas y familiares que nos visitan, y la actividad cultural es un requerimiento cada vez mayor. Por eso fomentamos estas producciones y el vínculo entre lo público y lo privado”, sostuvo Ramón.

En concreto, en cuanto a la programación detalló que en estos últimos días de agosto, mañana a las 20:30 tendrá lugar la presentación del libro Santa Rosa de Villaguay en el centro de convenciones “Papa Francisco”. En el mismo lugar, al día siguiente a las 20 habrá una ponencia a cargo del prestigioso académico Dr. Alfredo Poenitz, denominada “Orígenes y poblamiento del departamento Villaguay”.

Más adelante, el miércoles 30 es la festividad patronal de Santa Rosa de Lima, y al respecto expresó que “es una actividad religiosa muy popular, con mucha trayectoria, y que tendrá el acompañamiento de la municipalidad”.

El 1 y 2 de septiembre se realizará una convención de tatuadores en el club Barrio Sud, y al fin de semana siguiente, el 8, 9 y 10 se desarrollará “Teatro a Telón Abierto”, coordinado por la actriz y profesora Sol González. Esos mismos días también se llevará a cabo el 7º Encuentro de Danzas de Adultos que organiza la escuela de folclore “El Sauce” con la dirección de Maxi Olivera.

El viernes 15 de septiembre a las 21 en el Cine Teatro “Emilio Berisso” se presentará “Hoy canta Julio Luján”, la obra escrita y dirigida por Mario López Bondaz que interpretará Mario Suárez junto a un gran elenco.

El 15, 16 y 17 se llevará adelante la 19º Fiesta de la Artesanía, organizada por la Asociación de Artesanos de Villaguay. Luego, el 21 de septiembre, se programarán desde la municipalidad distintas actividades por el Día del Estudiante

El viernes 22 se conmemoran los 100 años del natalicio de Julio Luján. Al respecto, el director de Cultura comentó: “tenemos un evento previsto y además se está trabajando en la puesta en valor del monolito que lo homenajea, que está situado en calle Julio Luján y Paysandú, y que fue retirado para restaurarlo”. Y amplió: “también se nombrará una plazoleta y se pintará un mural en su honor. Esto se está haciendo con la colaboración de una comisión que el año pasado trabajó sobre la figura de Abelardo Dimotta”. Continuando con estos homenajes, el sábado 23 se hará un festival musical en la Plaza Ramírez.

Finalizando septiembre, “el 29 vamos a organizar con la Sociedad Sirio Árabe y las demás colectividades de nuestra localidad la Fiesta del Inmigrante, una fiesta que hace algunos años se hizo y que por distintas razones se discontinuó, y queremos reflotarla como una actividad que comience a afianzarse en nuestra ciudad”, contó Ramón.

El 6 de octubre habrá una presentación del bailarín Cristian Retamar con su escuela de danza, quien, según explicó el funcionario, está trabajando en la revalorización de la danza del litoral. Junto al profesor Horacio Díaz estrenarán ese viernes una obra sobre los orígenes históricos de la ciudad.

El 13 de octubre se presentará la “Oda Villaguayense”, escrita y dirigida por Mario Suárez, junto a muchos artistas locales, en donde se podrá disfrutar de un gran espectáculo de música, danza, teatro, artes visuales y literatura.

“En noviembre tenemos la Fiesta del Estudiante Secundario, la Fiesta de la Tradición organizada por el Crispín Velázquez, y el 20 es el cumpleaños de Villaguay”, continuó.

 “Tenemos septiembre, octubre y noviembre con agenda completa, y eso que estamos hablando solo de la agenda cultural y no de la deportiva y de otras áreas”, afirmó, y aclaró que más adelante seguirán confirmando los eventos, a medida que se aproximen. 

Para finalizar, y sobre la celebración más esperada por la comunidad, explicó: “para el cumpleaños de la ciudad teníamos pensado algo pero todo depende del calendario electoral, ya que, en caso de que hubiera ballotage presidencial, sería el 19 de noviembre. La idea era celebrar todo el fin de semana, pero queda supeditado lo que ocurra en octubre”.

 No obstante, confirmó que el lunes 20 será el acto oficial, con el esperado desfile, y por la tarde noche se prepara un show artístico con artistas locales, y posiblemente alguno a nivel nacional. “Estamos estudiando todas las posibilidades para ver cómo presentamos la propuesta”, concluyó.




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EL PUEBLO entrevistó a Andrés Ramón, director de Cultura municipal

Villaguay bicentenaria: agenda completa para las actividades culturales durante septiembre

“No sé explicar lo que siento al estar en el aire, pero lo que puedo decir es que es el momento en que soy más libre y feliz”, respondió en el inicio de una entrevista con EL PUEBLO.

Su aeronave es modelo Wings 730 (experimental), de color amarillo, lo cual le valió el apodo de “Canario”.

La máxima altura a la que ascendió fue 1200 metros. 

**De los “avioncitos” al “juguete más grande”**

El aviador comenzó a interesarse por este mundo desde muy chico. 

“Cuando tenía 5 años ya hacía aeromodelismo con control remoto. En ese momento, fui el piloto más joven de Entre Ríos”, recordó.
A partir de esa primera incursión, pasó de tener “varios avioncitos” a lo que denominó como “el juguete más grande”: “Mi viejo se había recibido de piloto unos años antes, así que empecé a acompañarlo y me anoté al curso cuando tenía 16”.

Actualmente, está habilitado como piloto privado de avión, “que es una de las categorías más bajas, pero si después seguís estudiando en otro lado podés hacer vuelos comerciales o nocturnos, que tienen salida laboral”, señaló.

“Si querés escalar en la aviación, tenés un mundo por recorrer”, agregó luego.

**“Animarse y aprender”**

Para convertirse en piloto hay que superar diversas etapas.

“Antes de volar, siempre se aborda la parte teórica, se lee el manual del avión y se muestran las distintas maniobras en un pizarrón”, dio a conocer el aeronauta.

El cursado en el Aero Club local se puede realizar “en un máximo de dos años, sumando 40 horas de vuelo: 30 de doble comando y 10 en forma individual”, puntualizó.

Una vez llegado a esa instancia, “hay que aprobar un examen teórico y uno práctico”, indicó.

Instando a otros jóvenes a sumarse a esta actividad, dejó en claro que “no hay que tener conocimientos previos sobre vuelo para empezar el curso: uno justamente va a formarse”.

“No es algo de otro mundo, simplemente se trata de animarse y aprender”, concluyó.

**Entre el trabajo y el aire**

Valentino es hijo de Edgardo Javier Díaz y Carla María Pía Sturzenegger. Cursó sus estudios secundarios en la EET N°1 “Conrado Etchebarne”. Actualmente, reparte sus días entre el trabajo y su hobby: la aviación, que experimenta cada fin de semana en el Aero Club.

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Valentino Díaz, el piloto que encuentra la “felicidad” en el aire

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